La actitud de nuestros “políticos de Feria” hace que la población se desengañe de la política, de la clase política , y no crea en la democracia y su capacidad para resolver sus elementales demandas de justicia, dignidad y ciudadanía.
LA DEMOCRACIA SECUESTRADA
Aún no llegamos al año 2010 ni el 2011, pero nuestros políticos se alistan en el partidor de las elecciones, se enfrascan en dimes y diretes, marcan distancias entre ellos, adelantan las campañas electorales, los congresistas quieren renunciar para postular a las elecciones municipales o regionales y volver a sus asientos si no logran su objetivo, el jefe de Estado destaca las propuestas del Premier para formar una alianza con fuerzas sociales.En síntesis, ha empezado el carnaval político.
Es indispensable vivir en el Perú para encontrarle cierta lógica a lo absurdo, porque nadie desde fuera , con dos dedos de frente , puede entender este escenario .
El “ciudadano a pié” , el “sobreviente de todos los días” o el “ ciudadano indigente” , aquel que vive al día y está preocupado por no perder su trabajo ante la arremetida de la crisis financiera internacional , observa mudo la feria política a la que nos tienen acostumbrados nuestros políticos y no comprende por qué se adelanta la campaña electoral de 2011 cuando aún no termina el gobierno y falta a mucho pan que rebanar.“
La respuesta está en nuestros genes, idiosincrasia, nuestra forma peculiar de ser de nuestros políticos.
Vivimos en un país cruel, dulce, absurdo e injusto, de tantas carencias, con gentes tan desconcertantes, tan proclives al inmediatismo, al autoflagelamiento, en una realidad virtual .
Nos sentimos lejos de eso que se llama Nación , de compartir objetivos con quienes no disfrutan de los beneficios del desarrollo.
Nos embarga una natural indiferencia , antojadiza miopía y vivimos de espaldas al país real.
Por ello dicen que el Perú sigue siendo un país de sorpresas, imprevistos, deliciosas jactancias y tenemos un complejo genético que anula cualquier progreso y prosperidad .
Nuestros políticos han convertido nuestra sociedad en un terreno fértil para el pícaro, el sinvergüenza, el vivo y, más que el valor o el entusiasmo, lo que nos define es la pendejada.
Esto hace que a los futuros electores nos consuma una desidia cotidiana, el mediocre conformismo.
Todavía no terminan de gobernar los apristas y ya se preparan para el 2011.
Acaso esto no explica nuestra escasa imaginación y el exceso de cinismo de nuestras elites.
La actitud de nuestros políticos hace que la población se desengañe de la política, de la clase política y no crea en la democracia y su capacidad para resolver sus elementales demandas de dignidad y ciudadanía.
Más aún, que observamos que la inteligencia, el arte, la creación es sistemáticamente excluida del discurso dominante de nuestros medios de comunicación y nuestros políticos que nos convierte en ciudadanos indigentes, que no siempre es el pobre .
Un ciudadano indigente también puede ser el peruano carente de contenido, que no tiene intereses, ni inquietudes, ni valores, ni desarrollo , que ignora la expansión mental , que desconoce la riqueza espiritual , que no piensa ni reflexiona , ni tampoco sabe lo que son los problemas teóricos , que vive o sobrevive, pero no se pregunta ni se cuestiona ni es capaz , por supuesto, de ensimismarse.
La mayoría de la población se ha hecho al dolor , considera que la a política es mafia, ratería , pero que política se ha convertido en un drama o una escena reducida para muy pocos, los mismos rostros, los mismos personajes son los que dan vueltas y vueltas ; además, la política no da para comer y el mercado político se ha convertido en algo muy estrecho, alejado de los humildes, por momentos incomprensibles, posponiendo la aparición de una clase o categoría dirigente.
Otros explican nuestra situación en el hecho de que nuestra democracia peruana aún es joven , pálida, enclenque, pero dicen : “respira la esperanza de vivir que uno ve en los niños enfermizos, de vida incierta y ojos brillantes”.
La democracia secuestrada.
La tesis de que vivimos en una “democracia secuestrada” es interesante.
LA DEMOCRACIA SECUESTRADA
Aún no llegamos al año 2010 ni el 2011, pero nuestros políticos se alistan en el partidor de las elecciones, se enfrascan en dimes y diretes, marcan distancias entre ellos, adelantan las campañas electorales, los congresistas quieren renunciar para postular a las elecciones municipales o regionales y volver a sus asientos si no logran su objetivo, el jefe de Estado destaca las propuestas del Premier para formar una alianza con fuerzas sociales.En síntesis, ha empezado el carnaval político.
Es indispensable vivir en el Perú para encontrarle cierta lógica a lo absurdo, porque nadie desde fuera , con dos dedos de frente , puede entender este escenario .
El “ciudadano a pié” , el “sobreviente de todos los días” o el “ ciudadano indigente” , aquel que vive al día y está preocupado por no perder su trabajo ante la arremetida de la crisis financiera internacional , observa mudo la feria política a la que nos tienen acostumbrados nuestros políticos y no comprende por qué se adelanta la campaña electoral de 2011 cuando aún no termina el gobierno y falta a mucho pan que rebanar.“
La respuesta está en nuestros genes, idiosincrasia, nuestra forma peculiar de ser de nuestros políticos.
Vivimos en un país cruel, dulce, absurdo e injusto, de tantas carencias, con gentes tan desconcertantes, tan proclives al inmediatismo, al autoflagelamiento, en una realidad virtual .
Nos sentimos lejos de eso que se llama Nación , de compartir objetivos con quienes no disfrutan de los beneficios del desarrollo.
Nos embarga una natural indiferencia , antojadiza miopía y vivimos de espaldas al país real.
Por ello dicen que el Perú sigue siendo un país de sorpresas, imprevistos, deliciosas jactancias y tenemos un complejo genético que anula cualquier progreso y prosperidad .
Nuestros políticos han convertido nuestra sociedad en un terreno fértil para el pícaro, el sinvergüenza, el vivo y, más que el valor o el entusiasmo, lo que nos define es la pendejada.
Esto hace que a los futuros electores nos consuma una desidia cotidiana, el mediocre conformismo.
Todavía no terminan de gobernar los apristas y ya se preparan para el 2011.
Acaso esto no explica nuestra escasa imaginación y el exceso de cinismo de nuestras elites.
La actitud de nuestros políticos hace que la población se desengañe de la política, de la clase política y no crea en la democracia y su capacidad para resolver sus elementales demandas de dignidad y ciudadanía.
Más aún, que observamos que la inteligencia, el arte, la creación es sistemáticamente excluida del discurso dominante de nuestros medios de comunicación y nuestros políticos que nos convierte en ciudadanos indigentes, que no siempre es el pobre .
Un ciudadano indigente también puede ser el peruano carente de contenido, que no tiene intereses, ni inquietudes, ni valores, ni desarrollo , que ignora la expansión mental , que desconoce la riqueza espiritual , que no piensa ni reflexiona , ni tampoco sabe lo que son los problemas teóricos , que vive o sobrevive, pero no se pregunta ni se cuestiona ni es capaz , por supuesto, de ensimismarse.
La mayoría de la población se ha hecho al dolor , considera que la a política es mafia, ratería , pero que política se ha convertido en un drama o una escena reducida para muy pocos, los mismos rostros, los mismos personajes son los que dan vueltas y vueltas ; además, la política no da para comer y el mercado político se ha convertido en algo muy estrecho, alejado de los humildes, por momentos incomprensibles, posponiendo la aparición de una clase o categoría dirigente.
Otros explican nuestra situación en el hecho de que nuestra democracia peruana aún es joven , pálida, enclenque, pero dicen : “respira la esperanza de vivir que uno ve en los niños enfermizos, de vida incierta y ojos brillantes”.
La democracia secuestrada.
La tesis de que vivimos en una “democracia secuestrada” es interesante.
La propuso el escrito , José Saramago Azinhaga , Premio Nobel de Literatura en 1998 en “Ensayo sobre la lucidez” . Es una tesis paralizadora porque impide la construcción de una mejor democracia .
Nuestro sistema democrático solo permite quitar un gobierno y poner otro , no permite nada más , por lo que el funcionamiento de la democracia no es democrático , está al servicio del poder económico, hemos pasado del estado del bienestar al neoliberalismo salvaje, donde no importan los ciudadanos sino solo durante cuánto tiempo sirven ellos a la empresa y los gobiernos se convierten en comisarios políticos del poder económico.
No se debe condenar la democracia por la estupidez de nuestros políticos
No se debe cometer el error de condenar a la democracia por la estupidez de nuestros políticos .
La historia del Perú es una historia de las oportunidades perdidas y de posibilidades no aprovechadas y el Perú de este siglo , aún no ha podido superar su empirismo , abismo social , subdesarrollo , debilidades burocráticas y la ausencia de una mística nacional y existe una enorme porción de peruanos que no se sienten representados ni por los partidos, ni por la democracia ni por el modelo económico vigente, porque sus portavoces no han movido un dedo para hacer de la política una prédica que movilice una ciudadanía mayoritaria a su favor.
Si bien existe desafección en el Perú al sistema democrático( apenas un 32% contesta positivamente , el 50.3% señala no estar nada satisfecho con el funcionamiento de la democracia en el Perú porque percibe formas corruptas de gobernar,con el Estado que se convierte en un botín) y ya no existen los verbos esperanzadores como la de Basadre que decía y creía que las malas épocas no duran para siempre, está probado que no existe un sistema mejor y que sigue siendo necesario darle a la democracia un certificado de confianza.
El Estado democrático privilegia educación, salud, vivienda, seguridad social y combate la precarización del trabajo que ha terminado con los derechos laborales y la democracia social postula políticas públicas vitales para llegar a la igualdad de oportunidades.
La capacidad del hombre para la injusticia hace posible la democracia, pero su propensión a la injusticia la hace necesaria.
La Democracia , más que un sistema de vida política es una actitud de vida, es un proceso dinámico y debe ser capaz de encarar cada días las preocupaciones de los ciudadanos.
La verdadera democracia se dará sólo cuando se pase de una sociedad desigual a una sociedad de oportunidades para todos.
La democracia es más que votar un día cada cuatro años, o cinco según sea el caso , es el poder del pueblo, el sistema político social que fraterniza a los hombres y que permite en su ejercicio la consolidación de la libertad sin temor ni opresión.
En una democracia los ciudadanos de una nación eligen libremente y sin intimidaciones a sus autoridades en los comicios convocados por el Poder Electoral.
En todo sistema democrático debe haber un contrapeso frente a toda expresión de poder y los medios de comunicación deben colaborar para ellos y no convertirse en cómplice de la “democracia secuestrada” .
Para que un pueblo viva en democracia se requiere no sólo la existencia formal de instituciones sino un fuerte deseo de vivir en libertad y tener conciencia de la propia dignidad. Sin estos requisitos , la institucionalidad democrática es vacía de contenido y es una mera fachada democrática ; vacía de contenido y que disimula o adorna una realidad dictatorial.
La democracia es también lo que ocurre después de las elecciones.
Es sobre la calidad del gobierno y el desempeño de los líderes políticos y de las instituciones públicas.
Es sobre la capacidad de gobernar limpiamente y desarraigar la corrupción, de suministrar efectiva y eficazmente servicios policiales y otras funciones básicas, rendir al pueblo una cuenta honesta de donde se gastan sus recursos, y de dar a los inversionistas potenciales un ambiente parejo y la oportunidad de comprender los riesgos y las recompensas.
La democracia es hacer que la gente crea que tiene un interés en los procesos e instituciones democráticas.
Según El Libertador , Simón Bolivar , el mejor sistema de gobierno es el que produce mayor suma de felicidad posible, mayor seguridad y mayor estabilidad política.
La democracia empieza por el respeto a la igualdad de los seres humanos no importa su raza, clase social o credo político. No se conoce sistema político mejor.
Las sociedades democrática son las únicas que permiten realizar pequeñas utopías personales.
En las sociedades desarrolladas las personas pueden hablar de proyecto, tienen sensación de futuro y la fuerza de la democracia produce sociedades abiertas que ofertan movilidad .
Los teóricos de la democracia afirman que la extrema pobreza puede subvertir las bases de la democracia liberal debido a que la pobreza genera situaciones de dependencia personal que hace imposible que el pueblo tome sus decisiones libremente .
En el Perú vivimos una democracia precaria , una democracia de baja intensidad reducida prácticamente al voto y la culpa la tienen nuestros políticos y nosotros mismos que no hacemos nada para acabar con la feria que nos tienen acostumbrados.
La democracia es una actitud de vida, un proceso dinámico, no es más que votar un día cada cuatro años, o cinco según sea el caso.
Para que un pueblo viva en democracia se requiere no sólo la existencia formal de instituciones sino un fuerte deseo de vivir en libertad y tener conciencia de la propia dignidad.
Sin estos requisitos , la institucionalidad democrática es vacía de contenido y es una mera fachada democrática ; vacía de contenido y que disimula o adorna una realidad dictatorial.
Las sociedades democráticas son las únicas que permiten realizar pequeñas utopías personales.
La democracia está rehén en manos de la oligarquía, del poder económico chilnelo-peruano que pondrá en el 2011 el presidente con el perfil que mejor les conviene porque existe un principio “ el que tiene poder económico, tarde o temprano querrá tener poder político “ y nuestro pueblo es demasiada débil para deshacerse de sus ataduras y de sus amos mientras no superemos la cultura autoritaria y sumisa que nos lleva a seguir buscando líderes providenciales que nos alimenten de ilusiones.
Nuestro sistema democrático solo permite quitar un gobierno y poner otro , no permite nada más , por lo que el funcionamiento de la democracia no es democrático , está al servicio del poder económico, hemos pasado del estado del bienestar al neoliberalismo salvaje, donde no importan los ciudadanos sino solo durante cuánto tiempo sirven ellos a la empresa y los gobiernos se convierten en comisarios políticos del poder económico.
No se debe condenar la democracia por la estupidez de nuestros políticos
No se debe cometer el error de condenar a la democracia por la estupidez de nuestros políticos .
La historia del Perú es una historia de las oportunidades perdidas y de posibilidades no aprovechadas y el Perú de este siglo , aún no ha podido superar su empirismo , abismo social , subdesarrollo , debilidades burocráticas y la ausencia de una mística nacional y existe una enorme porción de peruanos que no se sienten representados ni por los partidos, ni por la democracia ni por el modelo económico vigente, porque sus portavoces no han movido un dedo para hacer de la política una prédica que movilice una ciudadanía mayoritaria a su favor.
Si bien existe desafección en el Perú al sistema democrático( apenas un 32% contesta positivamente , el 50.3% señala no estar nada satisfecho con el funcionamiento de la democracia en el Perú porque percibe formas corruptas de gobernar,con el Estado que se convierte en un botín) y ya no existen los verbos esperanzadores como la de Basadre que decía y creía que las malas épocas no duran para siempre, está probado que no existe un sistema mejor y que sigue siendo necesario darle a la democracia un certificado de confianza.
El Estado democrático privilegia educación, salud, vivienda, seguridad social y combate la precarización del trabajo que ha terminado con los derechos laborales y la democracia social postula políticas públicas vitales para llegar a la igualdad de oportunidades.
La capacidad del hombre para la injusticia hace posible la democracia, pero su propensión a la injusticia la hace necesaria.
La Democracia , más que un sistema de vida política es una actitud de vida, es un proceso dinámico y debe ser capaz de encarar cada días las preocupaciones de los ciudadanos.
La verdadera democracia se dará sólo cuando se pase de una sociedad desigual a una sociedad de oportunidades para todos.
La democracia es más que votar un día cada cuatro años, o cinco según sea el caso , es el poder del pueblo, el sistema político social que fraterniza a los hombres y que permite en su ejercicio la consolidación de la libertad sin temor ni opresión.
En una democracia los ciudadanos de una nación eligen libremente y sin intimidaciones a sus autoridades en los comicios convocados por el Poder Electoral.
En todo sistema democrático debe haber un contrapeso frente a toda expresión de poder y los medios de comunicación deben colaborar para ellos y no convertirse en cómplice de la “democracia secuestrada” .
Para que un pueblo viva en democracia se requiere no sólo la existencia formal de instituciones sino un fuerte deseo de vivir en libertad y tener conciencia de la propia dignidad. Sin estos requisitos , la institucionalidad democrática es vacía de contenido y es una mera fachada democrática ; vacía de contenido y que disimula o adorna una realidad dictatorial.
La democracia es también lo que ocurre después de las elecciones.
Es sobre la calidad del gobierno y el desempeño de los líderes políticos y de las instituciones públicas.
Es sobre la capacidad de gobernar limpiamente y desarraigar la corrupción, de suministrar efectiva y eficazmente servicios policiales y otras funciones básicas, rendir al pueblo una cuenta honesta de donde se gastan sus recursos, y de dar a los inversionistas potenciales un ambiente parejo y la oportunidad de comprender los riesgos y las recompensas.
La democracia es hacer que la gente crea que tiene un interés en los procesos e instituciones democráticas.
Según El Libertador , Simón Bolivar , el mejor sistema de gobierno es el que produce mayor suma de felicidad posible, mayor seguridad y mayor estabilidad política.
La democracia empieza por el respeto a la igualdad de los seres humanos no importa su raza, clase social o credo político. No se conoce sistema político mejor.
Las sociedades democrática son las únicas que permiten realizar pequeñas utopías personales.
En las sociedades desarrolladas las personas pueden hablar de proyecto, tienen sensación de futuro y la fuerza de la democracia produce sociedades abiertas que ofertan movilidad .
Los teóricos de la democracia afirman que la extrema pobreza puede subvertir las bases de la democracia liberal debido a que la pobreza genera situaciones de dependencia personal que hace imposible que el pueblo tome sus decisiones libremente .
En el Perú vivimos una democracia precaria , una democracia de baja intensidad reducida prácticamente al voto y la culpa la tienen nuestros políticos y nosotros mismos que no hacemos nada para acabar con la feria que nos tienen acostumbrados.
La democracia es una actitud de vida, un proceso dinámico, no es más que votar un día cada cuatro años, o cinco según sea el caso.
Para que un pueblo viva en democracia se requiere no sólo la existencia formal de instituciones sino un fuerte deseo de vivir en libertad y tener conciencia de la propia dignidad.
Sin estos requisitos , la institucionalidad democrática es vacía de contenido y es una mera fachada democrática ; vacía de contenido y que disimula o adorna una realidad dictatorial.
Las sociedades democráticas son las únicas que permiten realizar pequeñas utopías personales.
La democracia está rehén en manos de la oligarquía, del poder económico chilnelo-peruano que pondrá en el 2011 el presidente con el perfil que mejor les conviene porque existe un principio “ el que tiene poder económico, tarde o temprano querrá tener poder político “ y nuestro pueblo es demasiada débil para deshacerse de sus ataduras y de sus amos mientras no superemos la cultura autoritaria y sumisa que nos lleva a seguir buscando líderes providenciales que nos alimenten de ilusiones.
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