El día 14 de
febrero del presente año a horas 13:50 pm, la tranquilidad de la calle ocho de
Guardia Civil - Urbanización Corpac- San Isidro, fue alterada por un operativo
policial “tipo secuestro” que los ciudadanos que transitaban por dicho lugar, en
esos momentos, pensaron que era un secuestro, tan de moda en estos tiempos.
El vehículo en
que viajaba el ciudadano , Edgardo
Efraín Morales, fue interceptado por sujetos que nunca se identificaron como
policías , quienes de forma violenta y a través de amedrentamiento por medio de
insultos y golpes, redujeron , lo sacaron a empujones del automóvil que
manejaba, marca Suzuki Alto de color
negro con placa de rodaje N° D72-082 y
lo trasladaron a un vehículo Toyota Yaris de color oscuro (plomo o negro), el cual era conducido por el Suboficial PNP
Torres Reyna a cargo de la intervención .
Entre cinco a
seis sujetos, todos armados, intersectaron el vehículo en momentos que se
aprestaba a ingresar a su oficina donde trabaja y , en menos de tres minutos,
lo sacaron a empujones del automóvil , lo enmarrocaron y se lo llevaron raudo
con destino desconocido, dejando preocupados a sus compañeros de trabajo que
habían sido testigos de este hecho, impotentes de hacer algo, porque el
operativo, además de ser rápido y sorpresivo, no dio tiempo ni para que tomen
la placa del auto que trasladó a estos sujetos de aspecto delincuencial .
La
premeditación con que procedieron los demandados era patente, tal como se observa
en las imágenes de la cámaras de videos instaladas en el exterior de la oficina
donde trabajaba el intervenido, pues los
sujetos vestidos de civil fingen ser
simples ciudadanos para merodear y espiar los alrededores del lugar de los
hechos, para luego proceder a interceptar el vehículo que ocupaba intervenido, al cual de forma abrupta se le cerró el paso e
impidió circular para lograr la arbitraria detención.El argumento esgrimido por
las personas que concretaron la detención fue que el favorecido habría
realizado disparos con el arma de fuego que portaba mi defendido.
La
arbitrariedad con que se llevó a cabo la detención de Edgardo Efraín se torna evidente, pues nunca se le mostró
ninguna orden cursada por autoridad competente para disponer la privación
temporal de su libertad , pues la detención solo se torna factible por mandato
judicial o por orden policial en caso de flagrancia delictiva.
Después de una
hora y media de búsqueda infructuosa en las unidades policiales y comisarías
del sector, Edgardo Efraín Morales dio signos de vida , logró avisar por
teléfono que se encontraba en la División
de Investigación Criminal de la Comisaría de Breña, a cargo del Comandante PNP
Iván Vera Barnuevo. El hallazgo del Edgardo Efraín tranquilizó a la familia,
pero no sabían que el drama recién empezaba, pues , en un hecho un tanto enrevesado en donde el
testigo y agraviado Erick Gálvez Vega lo acusaba de haberle disparado en
la madrugada del viernes último en una
de las calles de Breña cuando estaba libando licor con siete amigos en su
barrio, los policías para “pegarlo”
quince días que permite la ley a todo
intervenido por drogas ilícitas o terrorismo, se le “ sembró “ 32 “ quetes” de
PBC( Pasta Básica de Cocaína) y 2 “pacos” de marihuana, tal como consta en el
acta de registro vehicular que le levantaron “ in situ! ( en el mismo lugar de
la intervención ), que no duró más de tres minutos, según imágenes que fueron
captadas por dos cámaras de seguridad instaladas en el exterior del inmueble ,
centro de trabajo de Efraín; hecho que resulta insólito pues se aprecia en las imágenes captadas por las
cámaras de seguridad que nunca se incautó droga alguna ni sustancia no permitida
ya que uno de los efectivos procede a tomar la conducción del vehículo secuestrado
sin ningún tipo de inspección , ello evidencia que la droga fue sembrada, es
decir, colocada ex profesamente para mantener privado de su libertad a Edgardo
Efraín durante un plazo superior a las 24 horas de ley, pues no se advierte
ningún elemento adicional a la presunta posesión de droga .
No existe
flagrancia delictiva ni cuasi flagrancia en ilícito alguno que pueda sustentar
el proceder de los elementos de dicha dependencia policial, pues inclusive en el
caso de que se hubiesen realizado los disparos que le imputan al detenido, dicha
conducta no configuraría ningún hecho delictivo, sobre todo si se tiene en
cuenta que el favorecido posee licencia para portar armas y que no figura en su
haber ninguna denuncia policial o de parte que por ese concepto se esté
tramitando, razones que también evidencian la ilegalidad y el abuso de
autoridad desplegados durante la intervención, pues se trata de un supuesto uso
de arma de fuego que en nada se vincula a un Registro Vehicular para el que no
se contaba con autorización y fundamento
alguno para su cateo.
La “sembrada”
de droga es un delito grave y de fuentes confiables se tiene información que
existe una práctica nefasta , bastante común en la Policía Nacional,
principalmente en la Comisaría de Breña , División de Investigación Criminal,
dirigido por el Comandante Vera y el Suboficial PNP Anselmo Torres Reyna, la cual
se realiza en los caso en que sin encontrarse argumento de cargo suficiente
para proseguir con la detención de un apersona al haberse cumplido el plazo
máximo que por ley corresponde, esto es, de 24 horas, malos policías, ex profesamente, colocan algún tipo de droga no
permitida entre las pertenencias del detenido o en los vehículos que los
trasladan, hecho que les habilitaría a mantener a una persona privada de su
libertad hasta por quince días,
circunstancia que maliciosamente podría concretarse en la intervención que
cuestiono, dada la falta de fundamento en la ilegal detención, como por la
arbitrariedad mostrada por los sujetos intervinientes.
A Efraín
Morales no le mostraron los policías mandato judicial alguno para justificar la privación de la libertad
individual y realizar el cateo del vehículo . Es bastante fácil probar que al detenido Edgardo Efraín le
“sembraron” la droga a través de las imágenes captadas por las dos cámaras de video, ya que
la secuencia de la intervención fue bastante rápida- no duró ni tres minutos
– tiempo en que jamás los policías pudieron que levantar dos actas (una de
registro personal y la otra vehicular), además , el detenido fue sacado del
auto e inmediatamente enmarrocado, por lo tanto, nunca pudo firmar las actas
“in situ” , asimismo, tampoco en el escaso tiempo de la intervención
“relámpago” y sin fiscal que avale legalmente el operativo, el Suboficial PNP
Torres Reyna, quien comandaba el operativo, pudo realizar el diagnóstico de la droga encontrada a través de reactivos que hubiesen arrojado si era PBC o harina .
Lo que causa
extrañeza es la ausencia del fiscal turno, tanto en la intervención como en el
momento del levantamiento de las actas de registro personal y vehicular, ya que
nunca estuvo en las diligencias , la mayoría de la cuales se llevaron a cabo
en la comisaría de Breña, y aprovecharon
el momento de incertidumbre, temor y
aislamiento del detenido que no le permitieron hacer ninguna llamada telefónica
durante su traslado a la Comisaría de Breña ni cuando lo ingresaron al calabozo
, como si fuera un peligroso delincuente , sin opción a nada , para que firmen
las actas sin saber su contenido .
Lo cierto es
que el personal policial de la Comisaría de Breña , División de Investigación
Criminal, que depende del Comandante PNP Iván Vera Barnuevo y del Coronel PNP
Teobaldo Torrejón Peña, han tirado por la borda los derechos humanos , el
manual de procedimientos operativos de investigación criminal y permiten que se
“siembren” prueba para incriminar a ciudadanos que tienen la mala suerte de caer en sus manos
en donde el fin justifica los medios y nadie está exento de que mañana más
tarde se vea involucrado en hechos que nunca ha cometido , simplemente por las
malas artes de estos policías que para justificar una detención que no es
“infranganti”, sin la presencial del Fiscal y para tenerlo quince días en el
calabozo, no escatiman “sembrarle” droga .
Pero , este
grupo de policías de la Divincri-Breña se olvidaron de que en las calles de la
capital existen mudos testigos como las cámaras de videos que perennizan la
escena y son bastante reveladoras .
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