Un coche bomba explotó el jueves frente a una estación de radio en Bogotá dejando nueve heridos leves y graves daños materiales en edificios, en lo que el presidente Juan Manuel Santos calificó como "un atentado terrorista" cinco días después de su posesión.
El mandatario, quien asumió la presidencia el sábado, no responsabilizó de inmediato a ningún grupo armado por el ataque en el norte de la capital colombiana, el primero en su Gobierno y que afectó a decenas de oficinas privadas incluida la sede de la cadena radial Caracol.
EL ATENTADO CON COCHE BOMBA EN BOGOTA
El el experto en Seguridad Nacional y profesor de la Universidad Externado de Colombia, Jairo Libreros, cree que este acto terrorista buscó enviar un mensaje claro al Gobierno del nuevo presidente Juan Manuel Santos, en el sentido de que las FARC siguen presentes.
"Una hipótesis, desde el punto de vista de la autoría, es que se trata de una orden de las FARC, pero con la compañía del crimen organizado", matizó Libreros, en alusión a las llamadas "oficinas de cobro", bandas dedicadas a la extorsión.
El experto detalló que se trató de un atentado "muy limpio desde el punto de vista operacional, muy preciso, lo que demuestra un conocimiento fuerte de la ciudad", y debieron ser "necesarios al menos 30 días" para su planificación y ejecución.
Para Libreros, las FARC perdieron esa capacidad urbana en los últimos años, lo que explicaría el apoyo de esos grupos criminales para perpetrar el atentado.
El ataque se llevó a cabo mediante el estallido de un carro bomba cargado con 50 kilos de anfo, el mismo tipo de explosivo que las FARC usaron para uno de los últimos y grandes atentados perpetrados en la capital en 2003, contra el exclusivo Club El Nogal, meses después de la llegada al poder del entonces presidente Álvaro Uribe.
Estaríamos así hablando de una "autoría mediata de las FARC ejecutada por el crimen organizado", reiteró el analista.
Se trata "de un mensaje muy importante" al nuevo Gobierno de Santos, agregó, al exponer otros elementos a tener en cuenta: "afectó de manera especial la estabilidad y la integración de los medios de comunicación", al elegir como objetivo el edificio que alberga Caracol Radio, del grupo español Prisa, y la Agencia Efe.
Esto buscaría "amplificar el efecto no sólo a la sociedad civil, sino al Gobierno", por lo que las FARC estarían expresando que tienen "capacidad de maniobra, no para tomarse el poder pero sí para ser considerado como un grupo terrorista con capacidad de afectar al Gobierno".
Para Libreros, hay otro asunto "preocupante", el hecho de que "el Gobierno colombiano ha perdido no sólo la capacidad de anticipación, sino también de respuesta".
A su juicio, hoy se produjo un "desorden en el manejo en la escena del crimen, no hubo una sola voz, fueron frases de cajón creadas en el último momento", mientras las FARC enviaban un mensaje de que "están vivas".
Por otro lado, agregó el experto, este atentado también estaría expresando que "la Seguridad Democrática (política antiterrorista de Uribe) no es la vía que agota el problema de la violencia en Colombia", ya que los desequilibrios sociales siguen vigentes en un país en el que operan distintos grupos armados ilegales.
"No es solo un llamado de atención, las FARC están demostrando que están en capacidad de reinventarse y readaptarse", advirtió.
En este sentido, aunque sin tantas precisiones, se expresó el ex presidente Ernesto Samper (1994-1998), al considerar que "no se puede descartar en este momento ninguna hipótesis", porque "hay terroristas de izquierdas y de derechas".
Samper advirtió a la emisora La FM de que en este momento lo importante es "interpretar qué mensaje se trata de mandar", pero señaló que "si son las FARC habrá que ser muy claros y específicos en la forma como se condene esto, o si son otros sectores interesados en crear un entorno desfavorable a la nueva Administración del presidente Santos".
Coincidió en todo caso en que "aquí hay una especie de mensaje de iniciación del Gobierno del presidente Santos".
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