Ayer se cumplió dos años de la trágica e inesperada muerte del exitoso hombre de negocios, empresario agrícola y ganadero , José Guillermo Li Chau, recordado como un sujeto alegre, palomillas, optimista, un empresario de éxito.
Murió un Viernes Santo, secuestrado por la banda de "Los Chinchano" y atravesado por las balas de los mismos serenos y policías que perseguían a los secuestradores, cuando los plagiadores se daban a la fuga , en un fatal cruce de tiros .
José Li era muy conocido en el mundo empresarial.La vida y el éxito en los negocios le sonreía .
Cuando murió tenía 61 años. Era dueño de la empresa Guillermo LI SAC y del fundo EL CORTIJO . donde criaba ovinos .
Se le recuerda como un hombre sencillo, que se forjó desde abajo, empezó vendiendo alimentos para aves y ganados.
A las ocho de la noche, ocho encapuchados ingresaron a la hacienda fuertemente armados, con movimientos precisos y enérgicos, daban muestras de conocer el sitio y a muchos de los asistentes.
El pánico se había apoderado de las personas del inmueble ubicado en el kilómetro 72 de la Panamericana Sur, en el distrito de San Antonio, Cañete.
Después de amenazarlos, quitarles sus objetos personales de valor, secuestraron al empresario avícola y a su esposa , Martha Magdalena Pérez Rebaza , así como a un mayordomo .
Bajo amenazas, obligaron a José Li abordar la camioneta Nissan Murano RQL-900 se su propiedad .
Las 40 personas que habían asistido a la reunión en la hacienda San Andrés fueron tomadas en rehenes por el resto de la banda que aprovechó para robarles todo lo que tenían de valor.
Mientras un grupo de asaltantes se quedaban en la hacienda con los rehenes, tres de ellos se subieron a la camioneta del empresario y con él, enrumbaron a Lima con destino a la casa de los Li Pérez, ubicada en la calle Aymara 133, en El Derby, Surco.
Una hora y media más tarde, los secuestradores llegaron al inmueble , inspeccionaron la zona , antes de ingresar en la residencia y lanzan una advertencia que si doña Martha y a su empleado de confianza no abrían la puerta, iban a quemar al “ Chino”.
La desesperada mujer no tuvo otra alternativa que acceder al pedido de los criminales que portaban fusiles, pistolas y granadas.
Ingresaron al inmueble y desactivaron la alarma interior conectada a una bóveda de caudales.
Los delincuentes intentaron apoderarse del dinero y las joyas, pero el mayordomo aprovechó un descuido y escapó, dejando activado el sistema de alarma externo que alertó a los serenos de Surco.
El mayordomo llega a la Comisaría de Monterrico, situada a dos cuadras del inmueble , pero, increíblemente, no había un solo patrullero.
Al verse descubiertos, los secuestradores huyeron con el empresario, obligándolo a conducir su propia camioneta.
Fue la última vez que lo vio su esposa . Al día siguiente , apareció el empresario avícola muerto en el interior de su camioneta 4x4, marca Nissan, de placa RQL-900, color plomo..
Los peritos de Criminalistica encontraron el cadáver del malogrado empresario en el asiento del piloto , vestido con polo de color azul, manga corta, pantalón de vestir color oscuro, con lentes de medida, en posición geno-pectoral.
La víctima presentaba dos impactos de bala en la zona lumbar. Tres proyectiles que atravesaron la parte posterior de la carrocería y el asiento del piloto, le perforaron la espalda.
La forma y circunstancias de su muerte es bastante confuso. Las investigaciones determinaron que las balas provenían de los proyectiles disparados por los serenos y los policías en el momento que perseguían a los delincuentes que se daban a la fuga por la Av. El Sol, en Chorrillos.
Los asaltantes que se habían quedado en San Andrés , al ver que no retornaban sus compinches, al filo de la medianoche, optaron por darse a la fuga en la camioneta de uno de los invitados a la fatídica reunión de Viernes Santo en la hacienda San Andrés.
Los pesquisas determinaron que los asaltantes , por la forma cómo se movían, la precisión de sus movimientos, las personas que buscaban , conocían a sus víctimas , seleccionaron a cada una de ellas, sabían que quién era José Guillermo Li Sac , quiénes eran los asistentes a la reunión .
Cuando se llevaron al empresario a Lima , conocían que en su casa guardaba un jugoso botín y que su esposa dirigía sus negocios .
Por ello, no se descartó la tesis de que ex empleados del empresario habían participado en su secuestro y muerte ..
De los testimonios se desprende la probabilidad de que malos policías pudieran haber participado, ya que una de las armas que abandonaron los secuestradores tenía el logotipo de la Policía Nacional ( un revólver con cacha de madera, Smith & Wesson Calibre 38, con serie 56484, con 05 cartuchos percutados y uno sin usar) asimismo frente al inmueble de la avenida Arequipa manzana 4, lote 1, del pueblo joven Santa Teresita de Villa Chorrillos, se encontró en el pavimento una casaca de color verde petróleo, al parecer de propiedad de la PNP, así como cuatro casquillos percutados marca PNP, MAG-86 y un casquillo calibre 38, Súper A. MERC, además de un pasamontañas de lana, de color negro con rayas al centro de color rojo-verde-amarillo.
¿Qué lecciones podemos sacar de este hecho que segó la vida de uno de los más exitosos empresarios peruanos?
Evitar la rutina previsible.
Investigación básica de empleados para confirmar Currículum e historias de vida .
Relizar contravigilancia y Contrachequeos para evaluar las amenazas potenciales del empresario
Esta muerte pudo haberse prevenido , el empresario avícola tenía el dinero suficiente para adoptar medidas de seguridad y nunca confiarse en que por el hecho de estar lejos de Lima, en un lugar , aparentemente seguro, no iba a pasar lo que pasó : asalto y secuestro por ocho encapuchados que conocían al centímetro sus movimientos y la de sus allegados o gente del entorno.
Por parte de la policía, se demostró una vez más que no existe preparación, coordinación y manejo de situaciones de crisis. La propias balas de los serenos y policías acabaron con el empresario.
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