El
sondeo ha sido realizado por GFK entre el 22 y 24 de marzo último en Lima y 18
ciudades del país y muestra un descenso de nueve puntos porcentuales en la
aprobación presidencial respecto a los 14 días anteriores (8 y 10 de marzo).
Entre
las razones principales para este bajón presidencial, está el incumplimiento de
sus promesas y el tema de la inseguridad ciudadana.
Ollanta
Humala, en campaña ofreció que iba a solucionar el tema de inseguridad
ciudadana en el país. Han pasado siete meses de su gobierno y el tema sigue
siendo uno de los principales.
¿Por
qué hemos llegado a una situación alarmante de inseguridad ciudadana?
Explicaciones o intento para
encontrar las causas de inseguridad ciudadana abundan por doquier , de las más
simples hasta las más descabelladas .
Algunos sabiondos dicen que
es porque la economía está bien en el país, entonces, la delincuencia crece.
Otros, por la falta de
motivación de la policía o porque están mal pagados, no existe mística, entrega
o que no cuentan con equipos modernos, patrulleros, etcétera.
Hay algunos que le echan la
culpa a los alcaldes que no hacen nada por bajar los altos índices de
inseguridad ciudadana , partiendo de la alcaldesa Villarán que está llena de
buenas intenciones para mejorar la seguridad ciudadana pero no cuenta con una
estrategia acertada , no obstante que tiene un gurú en seguridad ciudadana como
asesor .
Otros, más simplistas, dicen
que es porque faltan cámaras de vigilancia en las principales vías o que faltan
policías porque el contingente policial en estos últimos se ha reducido .
Los que sabemos algo de este
tema , concluimos de que es el Gobierno es el
responsable de que esta situación se haya convertido en algo alarmante; en otras palabras, es el presidente Ollanta Humala el principal
responsable porque no está dando cumplimiento al mandato constitucional
contenido en el artículo 44 de la Carta Política del Estado que dice textualmente: «Son deberes
primordiales del Estado: defender la soberanía nacional; garantizar la plena
vigencia de los derechos humanos; proteger
a la población de las amenazas contra su seguridad y promover el bienestar
general que se fundamenta en la justicia y el desarrollo integral y equilibrado
de la Nación”.
¡ Ojo! La Constitución Política
señala “ proteger a la población de las amenazas
contra su seguridad”.
Entonces, el primer reto que
tiene todo gobierno es elevar el tema de
seguridad ciudadana a política del Estado, como la salud, la educación,
etcétera .
No solo es decir, demagógicamente
, a partir de hoy, yo son el presidente del Consejo Nacional de Seguridad
Ciudadana, reunirse una o dos veces al mes para tomar cafecitos y hablar
huevadas.
Aunque debemos reconocer que
hubo intentos positivos de parte del presidente
Ollanta Humala en este tema como encabezar
el Consejo de
Seguridad ciudadana, eliminar
parcialmente el régimen policial del 1x1, la creación de un
fondo para la seguridad ciudadana y
autorizar la adquisición de bienes y
servicios necesarios para dotar a la Policía de mejor logística para el
desempeño de sus funciones, entre otras medidas, pero ello no basta, porque no
existe un plan nacional de seguridad ciudadana con metas y estrategias para
corto y mediano plazo.
¿ Es
que nunca hubo planes de seguridad ciudadana en el país?
Planes siempre ha habido y habrá,
incluso, bastante extensos, frondosos, llenos de cuadros , estadísticas,
diagramas , objetivos, metas.
Estoy seguro que el actual
gobierno dirá que tiene un plan de
seguridad ciudadana , que es el mismo plan que maneja el CONSEJO NACIONAL DE
SEGURIDAD CIUDADANA y que todos los años
lo remozan , colocándole un punto y coma en una página o actualizando las estadística
. Plan que a la larga o corta, pocos conocen que existe porque no es funcional
Hemos sido testigos a través
del tiempo de que los ex ministros del Interior o los directores generales de
la policía, elaboraron una serie de planes de seguridad ciudadana con títulos
rimbombantes, marqueteros, con objetivos ambiciosos como uno de los ex ministro
del Interior – que ahora ocupa un curul- en tono triunfalista dijo a los
cuatros vientos que “ en 20 días acabamos con los marcas”.
Muchos de estos planes aún
existen , se han puesto en ejecución con la intención de combatir la
delincuencia , pero los resultados obtenidos se están viendo en la realidad :
un incremento de la inseguridad ciudadana a niveles alarmantes. O sea, los
planes de seguridad ciudadana no sirven, son puro cuento o fueron elaborados
por burócratas detrás de escritorios que no saben diferenciar un “pirañita” de
un “pandillero”.
Mientras tanto la inseguridad ciudadana sigue en aumento
y , según los sondeos de opinión, existen temas que preocupan a la opinión pública ; el control de la delincuencia , la corrupción
y el narcotráfico; todos, problemas vinculados al sector Interior.
En época electoral, el tema de seguridad ciudadana adquiere
relevancia - esto puede ser un paliativo para la policía - y los candidatos
utilizan el tema de seguridad ciudadana como parte de la estrategia de campaña
para ganar votos, porque saben que este problema es muy sensible en la capital,
porque todos quieren que de una vez por todas , se reduzca los altos niveles de
criminalidad que padecen las principales ciudades del país .
Ollanta Humala, en campaña
ofreció que iba a solucionar el tema de inseguridad ciudadana en el país. Han
pasado siete meses de su gobierno y el tema sigue siendo uno de los
principales.
Los políticos saben que la
ciudadanía presta oídos a cualquier demagogia para acabar con la delincuencia-
acuérdese de la ley de arresto ciudadano , que es un fracaso - debido a que en
las calles de Lima se cometen diariamente entre 400 a 500 delitos y que el tema
de seguridad ciudadana constituye uno de los mayores dilemas que afrontan todos
los distritos , pasando a ser una demanda social , más allá de la distinción
entre sentimiento de inseguridad y riesgo objetivo.
Entonces, comienzan a vender
la solución del problema de inseguridad ciudadana desde las más simples, hasta
las más descabelladas como llenar la capital de cámaras de video vigilancias como
si ahí está la solución a la inseguridad ciudadana .
Esto explica la presencia de los llamados “especialistas” que
hablan sobre seguridad ciudadana , pero que ni ellos mismos están convencidos
de lo que realmente significa , inclusive, algunas onegés , de manera
temeraria, incursionan en este terreno y se convierten en referentes obligados
como si tuviesen la fórmula para solucionar este problema .
Tan importante ha sido y es
el tema de la seguridad ciudadana que el Tribunal Constitucional se dio tiempo para
tratar de explicar qué significaba realmente la palabra seguridad ciudadana y
sin saber la razón, la encasilló dentro del Orden Interno , que para el supremo
interprete de la Constitución, comprende tres aspectos (Tribunal
Constitucional. Expediente N.º 00017-2003-AI/TC del 16 de marzo de 2004):
fundamento 8): Seguridad ciudadana (
implica la protección de la vida, de la integridad física y moral de las
personas, el respeto al patrimonio público y privado, entre otros), Estabilidad de la organización política
( se refiere al mantenimiento de la tranquilidad, quietud y paz pública, así
como el respeto hacia la legítima autoridad pública) y Resguardo de las instalaciones y servicios públicos esenciales(
incluye las edificaciones públicas e instalaciones que cubren necesidades
vitales y primarias de la comunidad, tales como el agua, la energía eléctrica,
entre otros).
En el fundamento 10 sobre
las FFAA y la Constitución, el máximo intérprete de la Constitución , también
define la seguridad ciudadana como la
preservación de la paz, la tranquilidad y la seguridad de los ciudadanos, sin
mediar el factor político y/o el trasfondo ideológico en su vulneración.
De esta sentencia del TC se
puede extraer como “ideas centrales” , en cuanto a la palabra seguridad ciudadana:
que está dentro del Orden Interno , implica la protección de la vida , de la
integridad física y moral de las personas, el respeto al patrimonio público y
privado, y no media el factor político y/o el trasfondo ideológico en su
vulneración , porque quien delinque contra la seguridad ciudadana, no se
propone derrocar o amenazar al régimen político constitucionalmente
establecido, a fin de imponer uno distinto o una distinta ideología.
El TC también plantea que la
función de garantizar, mantener y restablecer el Orden Interno le corresponde,
de forma exclusiva , pero no excluyente, sa la Policía, conforme al artículo 166º de la
Constitución. La palabra “ no excluyente” quiere decir, que también las FFAA
pueden garantizar, mantener y restablecer el Orden Interno, cuando la situación
lo requiera .
Menos mal que aún los
militares no se han dado cuenta del alcance que tiene este fallo del TC ,
porque si agudizan el ingenio, verán que este fallo les favorece sobremanera
debido a que el mismo TC ha dicho que la
seguridad ciudadana es parte del orden interno y , en este aspecto, la función
de garantizar, mantener y restablecer el orden interno , si bien le corresponde
a la PNP de manera exclusiva, de acuerdo con el artículo 166º de la
Constitución, no es excluyente .
Esto despertó algunas ideas
descabellada de generales EP , como el general Da Silva, cuando fue Jefe de la Región
Sur , quien propuso que los soldados ,
ante el incremento de la delincuencia, salgan a patrullar las calles .
Si algún militar de alta
graduación , se pone a analizar sobre el
alcance de la palabras ORDEN INTERNO Y SEGURIDAD CIUDADANA, o alguien le sopla
la pluma sobre este fallo del TC, encontraría una justificación legal para el
planteamiento que “ los soldados deben salir a patrullar las calles , en coordinación con
la PNP, ante el incremento de inseguridad ciudadana”.
Otro que no entiende sobre seguridad ciudadana es el
actual alcalde, Castañeda. Para él, no es un problema que debe abordar la
Municipalidad sino la policía.
Dos
estrategias.
Habitualmente, en el tema de
seguridad ciudadana , se ha respondido con dos estrategias: el refuerzo del
sistema represivo-institucional y el incremento de las estrategias privadas de
seguridad .
Pero, pedir que el ejército
patrulle las calles en coordinación con la policía, eso sí es preocupante ,
porque el término seguridad ciudadana tiene estrecha relación con la misión y
funciones de la policía y la ciudadanía percibe que esta institución no viene
cumpliendo a cabalidad con su misión para la cual fue creada : seguridad
ciudadana.
Y si no cumple su misión,
entonces, otras instituciones deben llenar este vacío o debe tomar medidas
urgentes y radicales para evitar su falta de competitividad en el tema que
viene a ser su razón de ser .
¿
Cuáles?
Partamos de algo elemental :
para alcanzar el éxito en una empresa se requiere tres elementos básicos,
interconectados entre sí : LIDERAZGO, ORGANIZACIÒN MODERNA Y ADECUADA A LOS
NUEVOS TIEMPOS Y ESTRATEGIA .
Se observa en el sector
Interior y en la PNP, una falta de liderazgo, por lo que se debe revisar esta
carencia en el tema de seguridad ciudadana .Y, no necesariamente es porque le
falte liderazgo al ministro o al director general.
El problema de los líderes
es que carecen de buenos seguidores o asesores.
El líder es el que pone la
visión, el que se adelanta al futuro, el que traza los objetivos, plantea la
estrategia y fijas las metas .
La organización está
relacionada a la estructura y funciones de la policía .
Se debe contar con una
institución ágil, moderna, tecnificada, evitando la duplicidad de funciones,
colocando a los líderes en los puestos, cargos y cada cierto tiempo medir su
producción por resultados o conforme al cumplimiento de las metas.
La estrategia está relacionada con los planes de corto,
mediano y largo alcance.
Si la delincuencia se ha
convertido en imparable en la capital , entonces, no está funcionando estos tres
elementos y existe una falta de liderazgo , la organización no es la más acorde
a los tiempos y la estrategia ha fallado .
La
lógica consecuencia sería cambiar desde el general hasta los jefes que tienen
que ver con la aplicación de la estrategia de seguridad ciudadana por falta de liderazgo.
El problema de la falta de
seguridad ciudadana en las calles de la capital es responsabilidad principal de
la PNP.
Diremos como en el tema del
Orden Interno : la responsabilidad es exclusiva pero no excluyente.
Otros también tienen
responsabilidad del estado de inseguridad que se viven en las calles de Lima .
La responsabilidad es exclusiva de la PNP porque así está
escrito en las leyes .
El artículo No.195 de la
Constitución Política del Perú es bastante claro cuando señala que la ley
regula la cooperación de la PNP con las municipalidades en materia de seguridad
ciudadana y por disposición del artículo 166 de la Constitución Política, la
Policía Nacional , tiene la función de prestar protección y ayuda a las
personas y la comunidad, así como velar por la seguridad del patrimonio público
y privado.
El artículo 7 – inciso 3, de
la Ley Orgánica PNP establece como función « garantizar la seguridad ciudadana
y capacitar en esta materia a las entidades vecinales organizadas» y el
artículo 166 de la Constitución Política , que se refiere a la finalidad
fundamental de la PNP, menciona que a la Policía Nacional le corresponde «
prestar protección y ayuda a las personas y a la comunidad».
Pero
, esta responsabilidad no es “excluyente” porque la palabra seguridad ciudadana
es un amplio abanico que involucra a muchas instituciones .
Esto parte del concepto de
que la seguridad ciudadana consiste en el derecho de la población que tiene de
transitar , pacífica y libremente, por las vías y espacios públicos, sin tener
que enfrentar ninguna amenaza que ponga en peligro su integridad física y
psicológica como consecuencia de la agresión de terceros, o, indirectamente, a
causa del comportamiento irresponsable de otros.
La seguridad ciudadana
abarca también el derecho a gozar pacífica y libremente en la privacidad del
domicilio personal.
O sea, la seguridad
ciudadana es un derecho que tiene un ciudadano como tal y todas las
instituciones deben bregar y coordinar para que este derecho se mantenga y lo
disfrute el ciudadano porque la seguridad ciudadana es un asunto de todos y no
sólo de la municipalidad o la policía.
Es responsabilidad de los
ciudadanos (individualmente), instituciones especializadas (como la Policía
Nacional, el Cuerpo de Bomberos, la Cruz Roja, Defensa Civil, etc.), las
organizaciones sociales (la Iglesia Católica, iglesias de otros credos, scouts,
Leones, Rotarios, entre otras), organizaciones vecinales ( Juntas de Vecinos,
Clubes de Madres, grupos del Vaso de Leche, clubes deportivos, etc.).
Si la Seguridad Ciudadana es
aceptada como el derecho que tienen los ciudadanos , y como tarea de todos,
entonces el panorama cambia y todos somos responsables y no solo la policía .
Si se toma como centro la
persona, el ciudadano, entonces, todos tienen la obligación de respetar y
proteger el derecho que tiene el ciudadano que consiste en transitar pacífica y
libremente por las vías y espacios públicos, sin tener que enfrentar ninguna
amenaza que ponga en peligro su integridad física y psicológica como
consecuencia de la agresión de terceros, o, indirectamente, a causa del comportamiento
irresponsable de otros.
La seguridad ciudadana
abarcaría también el derecho a gozar pacífica y libremente en la privacidad del
domicilio personal.
Por lo tanto, existe
Seguridad Ciudadana cuando las personas jurídicas o naturales pueden
desarrollar sus actividades sin riesgo de tipo físico, cultural o patrimonial ;
cuando pueden realizar estas actividades con su propia identidad ; cuando
pueden hacerlo en ejercicio de sus derechos y de sus libertades.
Si se dan estas condiciones,
entonces estaremos frente a un concepto verdadero de seguridad ciudadana.
No se promueve la seguridad
ciudadana como un tema de derechos que tiene el ciudadano de que cuando sale a
las calles, esté libre de ser asaltado, secuestrado, que le roben su automóvil,
que no se incendie el teatro donde concurre para apreciar una obra , que no sea
asaltado por un taxista informal, etcétera.
La población percibe que la
policía sigue siendo una institución improductiva , incompetente y los
ciudadanos de pie, aquellos que sobreviven todos los días y que son víctimas de
la violencia criminal, piensan que el gobierno no cumple con su promesa de
brindarle seguridad ciudadana.
El ministro del Interior
puede ser una persona bien intencionada, está haciendo todo lo posible, desde
su óptica, pero ha perdido la visión de lo que significa ser estratega y
estadista, más aún que no cuenta con asesores que le ayuden a diseñar un Plan
Nacional de Seguridad que sea eficaz , objetivo, realista, enfocado a reducir
los altos índices delictivos en el país .
El incremento de asaltos y
robos, asesinatos, hace tremendo daño a la economía nacional porque espanta el
turismo, uno de las fuentes de ingreso del país.
Las carreteras se han
convertido en tierra de nadie por los asaltos, muertes y violaciones.
Los asaltos y robos a casas
se producen en plena luz del día y en unos cuantos minutos . Nadie ve ni oye
nada y la policía brilla por su ausencia.
Se ha incrementado la
delincuencia informática:, la nueva plaga criminal de estos tiempos .
Los asesinatos por encargos ya no son hechos aislados.
Antes los asesinos a sueldo eran delincuentes avezados,
que por dinero accedían a matar , ahora los sicarios realizan seguimientos,
planifican, ejecutan sin dudar y cada vez son más profesionales .
La presencia de mafias que
extorsionan y que llegan al asesinato de dirigentes de construcción civil.
Aún no desaparece la
modalidad de “marcas” , o sea, hampones que siguen a sus víctimas desde los
cajeros automáticos o bancos.
Los casos han aumentado de
manera alarmante, suelen estar a la caza, rondan por los cajeros, bancos y
negocios.
Hasta el retiro de mil soles
puede convertirse en atractivo motivo por asaltar.
La mayoría de los asaltos ,
secuestros y robos se siguen planeando desde las cárceles, situación que obliga
a revisar la política penitenciaria.
Toda esta problemática debe
ser enfrentada por la policía a través de un Plan Estratégico Nacional de
Seguridad Ciudadana o con objetivos precisos y metas porque es el Estado el que
debe garantizar los derechos fundamentales a la vida, la propiedad y el libre
tránsito, según el ordenamiento constitucional ..
Es obvio que el Gobierno tiene que asumir responsabilidad
en esta problemática .
Otro tema soslayado por el
sector interior es en cuanto a la educación preventiva de seguridad ciudadana.
Esto se ha dicho hasta el cansancio, pero parece que nadie escucha.
Desde los primeros años de
la escuela los niños deben seguir un curso de Seguridad Ciudadana y la policía
debe realizar convenios con los medios de comunicación , principalmente la
radio y TV, para promover campañas de divulgación que tengan relación con la
prevención del delito .
Por ejemplo, a muchos
ciudadanos les gustaría conocer ¿Cuál es el patrón de criminalidad de su distrito
?¿ Cuáles son las últimas modalidades de robo a domicilios?¿ Qué medidas de
seguridad adoptar para que sean robados sus domicilios?
La población percibe sin
mayor esfuerzo que la delincuencia es dueña de las calles, se ha incrementado
el sicariato y en las carreteras del país reina la inseguridad.
Como bien lo dicen
especialistas en el tema de IDL(David Lovatón Palacios, Enrique Arias
Aróstegui, Nancy Mejía Huisa y Andrea Jiménez Guzmán ) hasta ahora
el Gobierno no ha presentado un plan de corto y mediano plazo en torno a la
seguridad, notándose, por ende, improvisación en la adopción de algunas medidas
como, precisamente, la reciente purga policial, en la que han pasado al retiro
a malos y buenos generales, a algunos de los cuales apenas en agosto pasado los
rotaron de puesto. Si bien todos estamos de acuerdo en que es necesaria una
reforma integral en la Policía para, sobre todo, eliminar la corrupción
transversal en la institución y recuperar la confianza de los ciudadanos en su
Policía Nacional, que García dejó por los suelos; creemos que este tipo de
medidas no ayudan a cumplir dichos fines. Para cumplir este objetivo se hacía
necesario adoptar un plan de carrera que incorpore un sistema de depuración de
los oficiales menos competentes y menos destacados. Así también, fortalecer los
mecanismos de control interno y externo, como la creación de un nuevo régimen
disciplinario que permitiera eliminar de manera regular a los malos elementos.
Y para conseguir la organización piramidal aspirada, también se hacía necesario
una política de ascenso que respondiera estrictamente a las demandas reales de
la institución policial.No se entiende cómo un gobierno que piensa recuperar la
confianza de los peruanos en su policía nacional puede cometer tal torpeza
frente a la familia policial. Porque no solo está el hecho de separar a
oficiales de más alto rango, sin ningún criterio de honradez o buen desempeño,
sino también el maltrato que muchos oficiales han sentido en esta medida,
reiteramos, basada solo en el criterio de la antigüedad y no en la honestidad o
el buen desempeño.
¿Qué
percibirán los oficiales de menor rango o suboficiales si a algunos buenos
generales se les ha tratado así?
Todos los oficiales
separados tenían, cuanto menos, 30 años de servicio. Algunos llegaron a
ascender por méritos propios, otros por méritos ajenos, pero algunos, los menos
por supuesto, desempeñaron funciones valerosas y admirables a lo largo de su
carrera policial. Uno de estos escasos oficiales fue el general Eduardo Arteta
Izarnótegui.
Ojalá que el gobierno pueda
reflexionar y convertir la seguridad ciudadana en política pública del Estado,
al igual que la salud y la educación y lograr que no sea considerado un
servicio de lujo que beneficie también a los más pobres o marginales que no
pueden pagar una seguridad privada.
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