martes, 10 de abril de 2012

¿Por qué hemos llegado a una situación alarmante de inseguridad ciudadana?

El sondeo ha sido realizado por GFK entre el 22 y 24 de marzo último en Lima y 18 ciudades del país y muestra un descenso de nueve puntos porcentuales en la aprobación presidencial respecto a los 14 días anteriores (8 y 10 de marzo).

Entre las razones principales para este bajón presidencial, está el incumplimiento de sus promesas y el tema de la inseguridad ciudadana.

Ollanta Humala, en campaña ofreció que iba a solucionar el tema de inseguridad ciudadana en el país. Han pasado siete meses de su gobierno y el tema sigue siendo uno de los principales.

¿Por qué hemos llegado a una situación alarmante de  inseguridad ciudadana?

Explicaciones o intento para encontrar las causas de inseguridad ciudadana abundan por doquier , de las más simples hasta las más descabelladas .

Algunos sabiondos dicen que es porque la economía está bien en el país, entonces, la delincuencia crece.

Otros, por la falta de motivación de la policía o porque están mal pagados, no existe mística, entrega o que no cuentan con equipos modernos, patrulleros, etcétera.

Hay algunos que le echan la culpa a los alcaldes que no hacen nada por bajar los altos índices de inseguridad ciudadana , partiendo de la alcaldesa Villarán que está llena de buenas intenciones para mejorar la seguridad ciudadana pero no cuenta con una estrategia acertada , no obstante que tiene un gurú en seguridad ciudadana como asesor .

Otros, más simplistas, dicen que es porque faltan cámaras de vigilancia en las principales vías o que faltan policías porque el contingente policial en estos últimos se ha reducido .

Los que sabemos algo  de este tema , concluimos de que es el  Gobierno es el  responsable de que esta situación se haya convertido en algo alarmante; en otras palabras, es  el presidente Ollanta Humala el principal responsable porque no está dando cumplimiento al mandato constitucional contenido en el artículo 44 de la Carta Política del Estado  que dice textualmente: «Son deberes primordiales del Estado: defender la soberanía nacional; garantizar la plena vigencia de los derechos humanos; proteger a la población de las amenazas contra su seguridad y promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y el desarrollo integral y equilibrado de la Nación”.

¡ Ojo! La Constitución Política señala “ proteger a la población de las amenazas contra su seguridad”.

Entonces, el primer reto que tiene todo gobierno es  elevar el tema de seguridad ciudadana a política del Estado, como la salud, la educación, etcétera . 

No solo es decir, demagógicamente , a partir de hoy, yo son el presidente del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, reunirse una o dos veces al mes para tomar cafecitos y hablar huevadas.

Aunque debemos reconocer que hubo intentos positivos  de parte del presidente Ollanta Humala en este tema como encabezar   el  Consejo de  Seguridad  ciudadana, eliminar parcialmente el    régimen policial del 1x1, la creación de un fondo para la  seguridad ciudadana y autorizar la  adquisición de bienes y servicios necesarios para dotar a la Policía de mejor logística para el desempeño de sus funciones, entre otras medidas, pero ello no basta, porque no existe un plan nacional de seguridad ciudadana con metas y estrategias para corto y mediano plazo.

¿ Es que nunca hubo planes de seguridad ciudadana en el país?

Planes siempre ha habido y habrá, incluso, bastante extensos, frondosos, llenos de cuadros , estadísticas, diagramas , objetivos, metas. 

Estoy seguro que el actual gobierno dirá que  tiene un   plan de seguridad  ciudadana  , que es el mismo  plan que maneja el CONSEJO NACIONAL DE SEGURIDAD CIUDADANA  y que todos los años lo remozan , colocándole un punto y coma en una página o actualizando las estadística . Plan que a la larga o corta, pocos conocen que existe porque no es funcional

Hemos sido testigos a través del tiempo de que los ex ministros del Interior o los directores generales de la policía, elaboraron una serie de planes de seguridad ciudadana con títulos rimbombantes, marqueteros, con objetivos ambiciosos como uno de los ex ministro del Interior – que ahora ocupa un curul- en tono triunfalista dijo a los cuatros vientos que “ en 20 días  acabamos con los marcas”.
 
Muchos de estos planes aún existen , se han puesto en ejecución con la intención de combatir la delincuencia , pero los resultados obtenidos se están viendo en la realidad : un incremento de la inseguridad ciudadana a niveles alarmantes. O sea, los planes de seguridad ciudadana no sirven, son puro cuento o fueron elaborados por burócratas detrás de escritorios que no saben diferenciar un “pirañita” de un “pandillero”.

Mientras tanto la inseguridad ciudadana sigue en aumento y , según los sondeos de opinión, existen  temas que preocupan a la opinión pública ;  el control de la delincuencia , la corrupción y el narcotráfico; todos, problemas vinculados al sector Interior.

En  época electoral,  el tema de seguridad ciudadana adquiere relevancia - esto puede ser un paliativo para la policía - y los candidatos utilizan el tema de seguridad ciudadana como parte de la estrategia de campaña para ganar votos, porque saben que este problema es muy sensible en la capital, porque todos quieren que de una vez por todas , se reduzca los altos niveles de criminalidad que padecen las principales ciudades del país .

Ollanta Humala, en campaña ofreció que iba a solucionar el tema de inseguridad ciudadana en el país. Han pasado siete meses de su gobierno y el tema sigue siendo uno de los principales. 

Los políticos saben que la ciudadanía presta oídos a cualquier demagogia para acabar con la delincuencia- acuérdese de la ley de arresto ciudadano , que es un fracaso - debido a que en las calles de Lima se cometen diariamente entre 400 a 500 delitos y que el tema de seguridad ciudadana constituye uno de los mayores dilemas que afrontan todos los distritos , pasando a ser una demanda social , más allá de la distinción entre sentimiento de inseguridad y riesgo objetivo.

Entonces, comienzan a vender la solución del problema de inseguridad ciudadana desde las más simples, hasta las más descabelladas como llenar la capital de cámaras de video vigilancias como si ahí está la solución a la inseguridad ciudadana .

Esto explica la  presencia de los llamados “especialistas” que hablan sobre seguridad ciudadana , pero que ni ellos mismos están convencidos de lo que realmente significa , inclusive, algunas onegés , de manera temeraria, incursionan en este terreno y se convierten en referentes obligados como si tuviesen la fórmula para solucionar este problema .

Tan importante ha sido y es el tema de la seguridad ciudadana que el  Tribunal Constitucional se dio tiempo para tratar de explicar qué significaba realmente la palabra seguridad ciudadana y sin saber la razón, la encasilló dentro del Orden Interno , que para el supremo interprete de la Constitución, comprende tres aspectos (Tribunal Constitucional. Expediente N.º 00017-2003-AI/TC del 16 de marzo de 2004): fundamento 8): Seguridad ciudadana ( implica la protección de la vida, de la integridad física y moral de las personas, el respeto al patrimonio público y privado, entre otros), Estabilidad de la organización política ( se refiere al mantenimiento de la tranquilidad, quietud y paz pública, así como el respeto hacia la legítima autoridad pública) y Resguardo de las instalaciones y servicios públicos esenciales( incluye las edificaciones públicas e instalaciones que cubren necesidades vitales y primarias de la comunidad, tales como el agua, la energía eléctrica, entre otros).

En el fundamento 10 sobre las FFAA y la Constitución, el máximo intérprete de la Constitución , también define la seguridad ciudadana como la preservación de la paz, la tranquilidad y la seguridad de los ciudadanos, sin mediar el factor político y/o el trasfondo ideológico en su vulneración.

De esta sentencia del TC se puede extraer como “ideas centrales” , en cuanto a la palabra seguridad ciudadana: que está dentro del Orden Interno , implica la protección de la vida , de la integridad física y moral de las personas, el respeto al patrimonio público y privado, y no media el factor político y/o el trasfondo ideológico en su vulneración , porque quien delinque contra la seguridad ciudadana, no se propone derrocar o amenazar al régimen político constitucionalmente establecido, a fin de imponer uno distinto o una distinta ideología.

El TC también plantea que la función de garantizar, mantener y restablecer el Orden Interno le corresponde, de forma exclusiva , pero no excluyente,  sa la Policía, conforme al artículo 166º de la Constitución. La palabra “ no excluyente” quiere decir, que también las FFAA pueden garantizar, mantener y restablecer el Orden Interno, cuando la situación lo requiera .

Menos mal que aún los militares no se han dado cuenta del alcance que tiene este fallo del TC , porque si agudizan el ingenio, verán que este fallo les favorece sobremanera debido a que el mismo TC ha dicho que la seguridad ciudadana es parte del orden interno y , en este aspecto, la función de garantizar, mantener y restablecer el orden interno , si bien le corresponde a la PNP de manera exclusiva, de acuerdo con el artículo 166º de la Constitución, no es excluyente .

Esto despertó algunas ideas descabellada de generales EP , como el  general Da Silva, cuando fue Jefe de la Región Sur , quien propuso  que los soldados , ante el incremento de la delincuencia, salgan a patrullar las calles .

Si algún militar de alta graduación , se  pone a analizar sobre el alcance de la palabras ORDEN INTERNO Y SEGURIDAD CIUDADANA, o alguien le sopla la pluma sobre este fallo del TC, encontraría una justificación legal para el planteamiento que  “ los soldados deben salir a patrullar las calles , en coordinación con la PNP, ante el incremento de inseguridad ciudadana”.

Otro que no entiende sobre seguridad ciudadana es el actual alcalde, Castañeda. Para él, no es un problema que debe abordar la Municipalidad sino la policía.

Dos estrategias.

Habitualmente, en el tema de seguridad ciudadana , se ha respondido con dos estrategias: el refuerzo del sistema represivo-institucional y el incremento de las estrategias privadas de seguridad .

Pero, pedir que el ejército patrulle las calles en coordinación con la policía, eso sí es preocupante , porque el término seguridad ciudadana tiene estrecha relación con la misión y funciones de la policía y la ciudadanía percibe que esta institución no viene cumpliendo a cabalidad con su misión para la cual fue creada : seguridad ciudadana. 

Y si no cumple su misión, entonces, otras instituciones deben llenar este vacío o debe tomar medidas urgentes y radicales para evitar su falta de competitividad en el tema que viene a ser su razón de ser .

¿ Cuáles?

Partamos de algo elemental : para alcanzar el éxito en una empresa se requiere tres elementos básicos, interconectados entre sí : LIDERAZGO, ORGANIZACIÒN MODERNA Y ADECUADA A LOS NUEVOS TIEMPOS Y ESTRATEGIA .

Se observa en el sector Interior y en la PNP, una falta de liderazgo, por lo que se debe revisar esta carencia en el tema de seguridad ciudadana .Y, no necesariamente es porque le falte liderazgo al ministro o al director general. 

El problema de los líderes es que carecen de buenos seguidores o asesores.

El líder es el que pone la visión, el que se adelanta al futuro, el que traza los objetivos, plantea la estrategia y fijas las metas .

La organización está relacionada a la estructura y funciones de la policía . 

Se debe contar con una institución ágil, moderna, tecnificada, evitando la duplicidad de funciones, colocando a los líderes en los puestos, cargos y cada cierto tiempo medir su producción por resultados o conforme al cumplimiento de las metas.

La estrategia está relacionada con los planes de corto, mediano y largo alcance.

Si la delincuencia se ha convertido en imparable en la capital ,  entonces, no está funcionando estos tres elementos y existe una falta de liderazgo , la organización no es la más acorde a los tiempos y la estrategia ha fallado . 

La lógica consecuencia sería cambiar desde el general hasta los jefes que tienen que ver con la aplicación de la estrategia de seguridad ciudadana  por falta de liderazgo.

El problema de la falta de seguridad ciudadana en las calles de la capital es responsabilidad principal de la PNP.

Diremos como en el tema del Orden Interno : la responsabilidad es exclusiva pero no excluyente. 

Otros también tienen responsabilidad del estado de inseguridad que se viven en las calles de Lima .

La responsabilidad es exclusiva de la PNP porque así está escrito en las leyes .

El artículo No.195 de la Constitución Política del Perú es bastante claro cuando señala que la ley regula la cooperación de la PNP con las municipalidades en materia de seguridad ciudadana y por disposición del artículo 166 de la Constitución Política, la Policía Nacional , tiene la función de prestar protección y ayuda a las personas y la comunidad, así como velar por la seguridad del patrimonio público y privado.

El artículo 7 – inciso 3, de la Ley Orgánica PNP establece como función « garantizar la seguridad ciudadana y capacitar en esta materia a las entidades vecinales organizadas» y el artículo 166 de la Constitución Política , que se refiere a la finalidad fundamental de la PNP, menciona que a la Policía Nacional le corresponde « prestar protección y ayuda a las personas y a la comunidad».

Pero , esta responsabilidad no es “excluyente” porque la palabra seguridad ciudadana es un amplio abanico que involucra a muchas instituciones .

Esto parte del concepto de que la seguridad ciudadana consiste en el derecho de la población que tiene de transitar , pacífica y libremente, por las vías y espacios públicos, sin tener que enfrentar ninguna amenaza que ponga en peligro su integridad física y psicológica como consecuencia de la agresión de terceros, o, indirectamente, a causa del comportamiento irresponsable de otros.

La seguridad ciudadana abarca también el derecho a gozar pacífica y libremente en la privacidad del domicilio personal.

O sea, la seguridad ciudadana es un derecho que tiene un ciudadano como tal y todas las instituciones deben bregar y coordinar para que este derecho se mantenga y lo disfrute el ciudadano porque la seguridad ciudadana es un asunto de todos y no sólo de la municipalidad o la policía.

Es responsabilidad de los ciudadanos (individualmente), instituciones especializadas (como la Policía Nacional, el Cuerpo de Bomberos, la Cruz Roja, Defensa Civil, etc.), las organizaciones sociales (la Iglesia Católica, iglesias de otros credos, scouts, Leones, Rotarios, entre otras), organizaciones vecinales ( Juntas de Vecinos, Clubes de Madres, grupos del Vaso de Leche, clubes deportivos, etc.).

Si la Seguridad Ciudadana es aceptada como el derecho que tienen los ciudadanos , y como tarea de todos, entonces el panorama cambia y todos somos responsables y no solo la policía .

Si se toma como centro la persona, el ciudadano, entonces, todos tienen la obligación de respetar y proteger el derecho que tiene el ciudadano que consiste en transitar pacífica y libremente por las vías y espacios públicos, sin tener que enfrentar ninguna amenaza que ponga en peligro su integridad física y psicológica como consecuencia de la agresión de terceros, o, indirectamente, a causa del comportamiento irresponsable de otros.

La seguridad ciudadana abarcaría también el derecho a gozar pacífica y libremente en la privacidad del domicilio personal.

Por lo tanto, existe Seguridad Ciudadana cuando las personas jurídicas o naturales pueden desarrollar sus actividades sin riesgo de tipo físico, cultural o patrimonial ; cuando pueden realizar estas actividades con su propia identidad ; cuando pueden hacerlo en ejercicio de sus derechos y de sus libertades.
 
Si se dan estas condiciones, entonces estaremos frente a un concepto verdadero de seguridad ciudadana.

No se promueve la seguridad ciudadana como un tema de derechos que tiene el ciudadano de que cuando sale a las calles, esté libre de ser asaltado, secuestrado, que le roben su automóvil, que no se incendie el teatro donde concurre para apreciar una obra , que no sea asaltado por un taxista informal, etcétera.

La población percibe que la policía sigue siendo una institución improductiva , incompetente y los ciudadanos de pie, aquellos que sobreviven todos los días y que son víctimas de la violencia criminal, piensan que el gobierno no cumple con su promesa de brindarle seguridad ciudadana.

El ministro del Interior puede ser una persona bien intencionada, está haciendo todo lo posible, desde su óptica, pero ha perdido la visión de lo que significa ser estratega y estadista, más aún que no cuenta con asesores que le ayuden a diseñar un Plan Nacional de Seguridad que sea eficaz , objetivo, realista, enfocado a reducir los altos índices delictivos en el país .

El incremento de asaltos y robos, asesinatos, hace tremendo daño a la economía nacional porque espanta el turismo, uno de las fuentes de ingreso del país.

Las carreteras se han convertido en tierra de nadie por los asaltos, muertes y violaciones.
Los asaltos y robos a casas se producen en plena luz del día y en unos cuantos minutos . Nadie ve ni oye nada y la policía brilla por su ausencia.

Se ha incrementado la delincuencia informática:, la nueva plaga criminal de estos tiempos .
Los asesinatos por encargos ya no son hechos aislados.

Antes los asesinos a sueldo eran delincuentes avezados, que por dinero accedían a matar , ahora los sicarios realizan seguimientos, planifican, ejecutan sin dudar y cada vez son más profesionales .

La presencia de mafias que extorsionan y que llegan al asesinato de dirigentes de construcción civil.

Aún no desaparece la modalidad de “marcas” , o sea, hampones que siguen a sus víctimas desde los cajeros automáticos o bancos.

Los casos han aumentado de manera alarmante, suelen estar a la caza, rondan por los cajeros, bancos y negocios.

Hasta el retiro de mil soles puede convertirse en atractivo motivo por asaltar.

La mayoría de los asaltos , secuestros y robos se siguen planeando desde las cárceles, situación que obliga a revisar la política penitenciaria.

Toda esta problemática debe ser enfrentada por la policía a través de un Plan Estratégico Nacional de Seguridad Ciudadana o con objetivos precisos y metas porque es el Estado el que debe garantizar los derechos fundamentales a la vida, la propiedad y el libre tránsito, según el ordenamiento constitucional ..

Es obvio que el Gobierno tiene que asumir responsabilidad en esta problemática .

Otro tema soslayado por el sector interior es en cuanto a la educación preventiva de seguridad ciudadana. Esto se ha dicho hasta el cansancio, pero parece que nadie escucha.
Desde los primeros años de la escuela los niños deben seguir un curso de Seguridad Ciudadana y la policía debe realizar convenios con los medios de comunicación , principalmente la radio y TV, para promover campañas de divulgación que tengan relación con la prevención del delito .

Por ejemplo, a muchos ciudadanos les gustaría conocer ¿Cuál es el patrón de criminalidad de su distrito ?¿ Cuáles son las últimas modalidades de robo a domicilios?¿ Qué medidas de seguridad adoptar para que sean robados sus domicilios?

La población percibe sin mayor esfuerzo que la delincuencia es dueña de las calles, se ha incrementado el sicariato y en las carreteras del país reina la inseguridad.

Como bien lo dicen especialistas en el tema de IDL(David Lovatón Palacios, Enrique Arias Aróstegui, Nancy Mejía Huisa y Andrea Jiménez Guzmán ) hasta   ahora el Gobierno no ha presentado un plan de corto y mediano plazo en torno a la seguridad, notándose, por ende, improvisación en la adopción de algunas medidas como, precisamente, la reciente purga policial, en la que han pasado al retiro a malos y buenos generales, a algunos de los cuales apenas en agosto pasado los rotaron de puesto. Si bien todos estamos de acuerdo en que es necesaria una reforma integral en la Policía para, sobre todo, eliminar la corrupción transversal en la institución y recuperar la confianza de los ciudadanos en su Policía Nacional, que García dejó por los suelos; creemos que este tipo de medidas no ayudan a cumplir dichos fines. Para cumplir este objetivo se hacía necesario adoptar un plan de carrera que incorpore un sistema de depuración de los oficiales menos competentes y menos destacados. Así también, fortalecer los mecanismos de control interno y externo, como la creación de un nuevo régimen disciplinario que permitiera eliminar de manera regular a los malos elementos. Y para conseguir la organización piramidal aspirada, también se hacía necesario una política de ascenso que respondiera estrictamente a las demandas reales de la institución policial.No se entiende cómo un gobierno que piensa recuperar la confianza de los peruanos en su policía nacional puede cometer tal torpeza frente a la familia policial. Porque no solo está el hecho de separar a oficiales de más alto rango, sin ningún criterio de honradez o buen desempeño, sino también el maltrato que muchos oficiales han sentido en esta medida, reiteramos, basada solo en el criterio de la antigüedad y no en la honestidad o el buen desempeño.

¿Qué percibirán los oficiales de menor rango o suboficiales si a algunos buenos generales se les ha tratado así?

Todos los oficiales separados tenían, cuanto menos, 30 años de servicio. Algunos llegaron a ascender por méritos propios, otros por méritos ajenos, pero algunos, los menos por supuesto, desempeñaron funciones valerosas y admirables a lo largo de su carrera policial. Uno de estos escasos oficiales fue el general Eduardo Arteta Izarnótegui. 

Ojalá que el gobierno pueda reflexionar y convertir la seguridad ciudadana en política pública del Estado, al igual que la salud y la educación y lograr que no sea considerado un servicio de lujo que beneficie también a los más pobres o marginales que no pueden pagar una seguridad privada.

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