CARTA DE MARCOS MIYASHIRO

Estimado Benedicto:

Abro mi correo y encuentro tu mensaje publicado en EL PACIFICADOR 2010, dedicándome algunas lìneas súmamente halagadoras que quizás s fundamentan en la amistad que nos une.

Nuestra amistad no nació en conversaciones de café, ni en reuniones sociales, la nuestra fue una amistad que surgió en aquellos años que compartimos en la Escuela de Oficiales, donde compartimos mucho tiempo fromándonos en las Artes Marciales, capacitándonos para que a nuestro egreso como Detectives poder enfrentar a la delincuencia, nutiéndonos de la filosofía oriental y de las técnicas para reducir al oponente; también compartimos largas horas preparando ese programa que fue difundido por Radio Nacional del Perú al que llamamos "Voz y Acción de la PIP", en un esfuerzo que hacíamos los Cadetes para fortalecer la imágen institucional y hacer conocer al público sobre los peligros de la criminalidad y la forma como debían tomar sus medidas preventivas para contrarrestarlas. Considero que desde que éramos cachorros de detectives, nos preocupamos siempre en estar debidamente preparados para enfrentar los retos que sabíamos que algún día tendríamos que enfrentar.

La práctica de las artes marciales no sólo sirven para el entrenamiento físico de la lucha sin armas, su objetivo principal es formar un espíritu generoso, paciente y tolerante, haciendo conocer a profundidad la naturaleza humana y saber colocarse a la altura de las circunstancias con dignidad; eso me lo demostrastes a los pocos días de que el Comando PIP te encargó la tarea de formar el Grupo Especial de Inteligencia de la DIRCOTE y me invitaste a que me incorporar a tu GEIN; y cuando te dije que a pesar de tener ambos la jerarquía de Mayor, yo por ser más antiguo tenía que asumir el mando. Y tu respuesta fue inmediata, casi novelesca porque actos como aquella respuesta no son frecuentes en la Policía y menos aún en el ejercicio de otras profesiones: Tu me dijiste: "Mira Marco, yo lo que quiero es derrotar el terrorismo y pacificar el país, y si tu también quieres lograr ese objetivo, no mi importa quién sea el jefe, lo que necesitamos es eliminar esta lacra que tanto daño causa a nuestra nación...". Esa respuesta ponía en evidencia lo que después llamaríamos "El Espíritu del GEIN" que tanto nos fortaleció y nos permitió enfrentar al enemigo terrorista hasta derrotarlo, dejando de lado posiciones o ambiciones personales o sectarios, limitaciones logísticas extremas y las zancadillas que nuestro propio comando nos trataba de poner para que otros figuraran como protagonistas de nuestros logros. Gracias Maestro Benedicto por aquellas enseñanzas de vida y de profesionalismo.

En mi experiencia de vida, tuve la ocasión de estar en situación de rehén durante los 126 días que duró el cautiverio al que estuvimos sometidos por los terroristas del MRTA durante la toma de la Residencia de la Embajada del Japón en Lima, y fui liberado por los heroicos "Comandos Chavín de Huántar" y pude obtener mi libertad, ileso. Pero para que yo pudiera obtener, al igual que los otros 71 rehenes, la ansiada libertad, tuvieron que sacrificarse el Coronel Valer y el Capitán Jimenez. Y desde ese día, 17 de abril de 1997, hice el juramento de que lo que me quedara de vida sería entregada al servicio de mi patria. Y eso es en lo que me he esforzado hacer, sea cual fuera el lugar donde me encuentre, orando y elevando una oración a mi Dios, de la mejor manera que considero se debe hacer: Haciendo cada día, algo bueno por los demás, sin ningún interés y sin importar la posición política, social, jerárquica o de sexo. Si puedo hacerlo, debo hacerlo y eso es suficiente.

La señora Mercedes Cabanillas me dio la oportunidad de desempañarme como Asesor en Seguridad Interna y después Octavio Salazar me designó como Viceministro de Orden Interno, cargo en el que fui ratificado por Fernando Barrios. Estos cargos los acepté porque consideré que podía continuar con mi vocación de servicio; pero con la última designación Ministerial, consideré que era necesario dar paso al costado; fue una decisión tomada desde el 15 de setiembre cuando se voceaba su designación, y por cuestiones éticas y morales consideraba que no debía seguir en dicho cargo. No fue un cálculo político, porque no tenía ninguna intención de incursionar en este campo. Pero al día siguiente me ofrecieron si podía aportar con opiniones técnicas al Plan de Gobierno de Fuerza 2011, lo cual acepté muy gustosamente; no por afinidad política, si nó porque considero que se me presenta la oportunidad de que se escuche nuestra voz como Policías que somos.

La opinión pública y especialmente algunos Congresistas afirman que Fuerza 2011 trata de asustar con la sombra del terrorismo; quienes conocemos la forma de actuar de los terroristas, sabemos que es una amenaza real que hay que extirpar o seguirá creciendo como ya lo vienen haciendo; bastaría ver la expansión de su área de influencia en el VRAE y còmo cada vez más vienen ampliando el área geográfica de sus zonas de operaciones, sin que se ataque el meollo del asunto. Vemos cómo las áreas de cultivo de hoja de coca se va extendiendo y la PNP se limita a la incautación de drogas y a determinada erradicación, pero los grandes capos de la droga, no son capturados. Al igual que en los ´80 se viene combiendo los efectos y no se neutraliza la causa que origina la problemática. El día de ayer, por poner sólo un ejemplo, se han herido a cuatro soldados y atacado un helicóptero en JAUJA (que geográficamente está fuera del VRAE), y la noticia es opacada por otros hechos de la actual coyuntura política.

Muchas gracias Benedicto por tus palabras y más aún por tus enseñanzas.

Un abrazo

Marco Miyashiro