LA DESESPERACIÓN EN LA OTRA COLINA

Los dirigentes del grupo narcoterrorista que actúa en el VRAE, deben estar saltando en un pie porque nunca se imaginaron el tremendo impacto , militar, moral, psicológico y político que iba a tener en la "Otra Colina" la caída del helicóptero MI 17 , el 2 de setiembre último.

En el año de 1992, durante la llamada Batalla de Mogadiscio(Somalia) , el líder guerrillero , Mohamed Farrah Aidid , se dio cuenta , después de seis ataques de las fuerzas especiales norteamericanas , de la gran importancia de los helicópteros para las fuerzas especiales porque se ubicaban alrededor de la zona dando protección de fuego a las tropas que desembarcaban o se insertaban; entonces, para neutralizarlos, desarrolló una a estrategia : colocó francotiradores en las partes más altas de los edificios , esperando la llegada de los helicópteros y trataban de derribarlos con un ataque masivo de RPG´s. Si lo lograban, esto acercaría más a los soldados con la misión de rescatar a sus ocupantes .

Es así que un Súper 61 Black Hawk fue alcanzado en el rotor de cola por una RPG, cayendo y chocando contra un edifico a 6 manzanas del objetivo. En ese momento , los norteamericanos perdieron la iniciativa y de ser una operación de asalto , pasó de forma inesperada, a convertirse en una misión de rescate, a toda costa, debido a que se sabía que la guerrilla somalí no dejaba heridos vivos y las fuerzas estadounidenses no dejaban a nadie atrás.

Grupos de Ranger y algunos operadores Delta recibieron la orden de dirigirse al lugar del objetivo, con la misión de rescatar a los ocupantes del Súper 61 y crear un perímetro de seguridad en la zona.

Un Little Bird en una arriesgada maniobra descendió antes de la llegar las fueras de rescate y rescató a uno de los pilotos, mientras, que ya con la zona acordonada , se ordena al convoy que se dirija al lugar del derribo.

Así empezó todo el "desastre de la Batalla de Mogadiscio " que al prinipio fue una misión sencilla de rescate y terminó con 19 soldados muertos y 73 heridos por parte de las fuerzas especiales norteamericanas , y por el otro bando, ( la guerrilla somalí), casi 1000 muertos y varios miles de heridos .

Esta operación militar fue llevada al cine como “La caída del halcón negro”.

Al igual que líder guerrillero , Mohamed Farrah Aidid , los que dirigen el grupo narcoterrorista que actúa en el VRAE, también se han dado cuenta de la importancia que tienen los helicópteros en operaciones de asalto y de rescate para las fuerzas militares y tratan de derribarlos con francotiradores , apostados en las partes altas de los cerros .

Claro, los MI 17 que utiliza la Fuerza Aérea peruana no tienen la misma maniobralidad , tecnología y potencial de los helicópteros norteamericanos MH-6 LITTLE BIRDS que son utilizados para transporte de las fuerzas especiales hasta el objetivo o los helicópteros MH-60 BLACK HAWK, utilizados por las fuerzas especiales norteamericanas y colombianas, para misiones de asalto y rescate .

Pero el grupo terrorista del VRAE , que algo conocen de táctica, se han dado cuenta de la caída de un helicóptero pueda transformar la operación a su favor, los coloca en ventaja, les permite agenciarse de armamento al apoderarse de las armas que posee el helicóptero , el personal muerto o herido y esperar la llegada de las fuerzas de rescate que deben acercarse al lugar, y sobre todo, el tremendo impacto , moral , psicológico y político que se consigue con acciones de esta naturaleza , en la llamada “Otra Colina “( la reacción , el Gobierno ,las fuerzas del orden).

Efectivamente, los hermanos Quispe Palomino, deben estar saltando en un pie.

Nunca se imaginaron el tremendo impacto , moral, psicológico y sobre todo , político , que ha tenido en la "Otra Colina" o la "reacción" , la caída del helicóptero MI 17 , el 2 de setiembre último, en donde murieron dos mayores de la Fuerza Aérea, un técnico de la FAP e hirieron mortalmetne a un comandante del EP.

Han obtenido una victoria militar con grandes fectos políticos y morales , porque además de la eliminación de tres miembros de las Fuerzas Armadas , del armamento que han conseguido que aumentará su potencial bélico, han logrado sembrar profundas contradicciones en la Otra Colina ( los que lo combaten )que ha empezado a desesperarse . Esto se evidencia cuando el presidente , Alan García Pérez, quien debe poner orden y ponerse al frente de la estrategia contra la subversión, sale a criticar a los jueces, fiscales y parlamentarios porque se dedican a perseguir o sospechar de las fuerzas del orden y se autoproclama defensor de la PNP y las Fuerzas Armadas que luchan contra el narcoterrorismo. Como si el fracaso de la estrategia antiterrorista radica en que las fuerzas del orden no pueden actuar o están atadas porque son perseguidos por los fiscales, jueces y políticos en su afán de defender los derechos humanos .

Otros piden la ayuda norteamericana para luchar contra la subversión, cuando en realidad, los policías peruanos les demostraron a los gringos que con tecnología “chola”, inventada por los mismos peruanos, se controló el terrorismo en nuestro país sin disparar un solo tiro . Lo que no se evidencia con la metida de pata de los norteamericanos en Irack en donde no saben como sacar los “pies del plato”.

Otros critican al ministro de Defensa y es emplazado , insultado, adjetivizado como bobo, que no ha sido un error sino un crimen nombrarlo como tal, que el el testa de Giampietri y piden que se vaya porque carece de condiciones , es el responsable de que el plan VRAE no funcione , que se nombre un Alto Comisionado por al Paz y el Desarrollo , con rango ministerial. Como si esto sería la panacea.

Un ex ministro de Defensa de la época de Toledo, sale a reclamar ante los medios qué se hace con el Fondo de Defensa Nacional porque se ha enterado de buena fuente que los helicópteros de la Fuerza Aérea no cuenta con suficiente combustible, no tienen un mantenimiento adecuado, vuelan por escasas horas , las lanzagranadas MGL no tienen repuestos y carecen de mapas actualizados.

Alguna razón debe haber porque existe la percepción de que los helicópteros que se utilizan en el Plan VRAE son cascarones que se pueden traer abajo con una piedra o un hondazo .

El primer vicepresidente de la República , Luís Giampietri, cree en su mente cuartelaria, que el narcoterrorismo se acaba declarando la zona del VRAE como ZONA DE COMBATE. Porque según él, los efectivos del Ejército Peruano no pueden realizar su trabajo con mayor eficacia si los “civiles” están husmeando o vigilándolos en la zona , para después denunciarlos por violación de los derechos humanos ; en conclusión, los civiles – que pasan a ser también enemigos de la fuerzas del orden – obstaculizan las operaciones militares y sólo sirven para denunciar las presuntas violaciones de los derechos humanos . Además de esta descabellada recomendación ( declarar el VRAE como zona de combate o zona de guerra) , plantea que la designación del aprista Fernan Valer como supervisor del VRAE es un error .

Tal vez tenga razón, porque hasta el momento nada se sabe del trabajo o de las coordinaciones del jefe político del Plan Vrae que parece estar más perdido que cuy en feria.

Pero, eso de declarar el VRAE zona de combate si que es una chipoteada descomunal que le daría en la yema del gusto a los terroristas que en todo momento tratan de demostrar que son insurgentes, que son luchadores sociales, y se rasgan las vestiduras cuando se les tilda de “terroristas “ o “narcoterroristas”.

Si se declara el VRAE como zona de combate o zona de guerra, ellos pasarían a ser una fuerza insurgente , con pleno reconocimiento tácito, y se diría que en nuestro país se estaría llevando a cabo un conflicto interno, entre dos bandos, tesis que siempre esgrimió la famosa Comisión de la Verdad y Reconciliación .

¿No habrá hecho las paces el inefable , Giampietri , con los caviares o con aquella CVR que tanto criticó?

Observando el escenario político , nos deja un amargo sabor de que con estos “seudos estrategas” o con la falta de liderazgo en cuanto a la estrategia y táctica antiterrorista , nos espera un futuro incierto en el tema de lucha contra el terrorismo porque se le brinda “triunfos gratuitos” al enemigo , no sólo militar sino también político.

Para enfrentar la amenaza terrorista se requiere iniciativa, imaginación, estrategia y táctica; pero sobre todo, liderazgo , el mismo que debe partir del presidente de la República, Dr. Alan García Pérez.

Lo correcto es que el que lidere la estrategia - en este caso , el presidente de la República- anuncie acciones específicas destinadas a acabar con el terrorismo y eso no se va a conseguir ejecutando sólo obras que mañana van a ser destruidas por los mismos terroristas o esgrimiendo la tesis de que los soldados y policías no pueden actuar en el VRAE porque son perseguidos, hostigados o presionados por jueces, fiscales o políticos que los persiguen para denunciarlos por violaciones a los derechos humanos .