· Las revoluciones no se hacen por menudencias, pero nacen por menudencias.Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
Argentina , en el
mes diciembre del año pasado, en plena celebración de los treinta años de democracia, fue sacudida por
una de las huelgas más extendida de su histórica con la secuela de violencia y
saqueos en medio de las protestas de
policías que reclaman un aumento salarial.
El lugar donde se
prendió la chispa fue en la provincia de
Córdoba en donde la policía
ganaba una mensualidad de
trescientos euros; remuneración bastante baja que se disolvía por una
implacable inflación que supera el 25
por ciento.
Córdova es una ciudad con un millón de
habitantes , la segunda ciudad más poblada del país .
La huelga fue rápidamente apagada , en menos de dos días,
por el Gobernador De la Sota, quien en una rueda de prensa
celebrada en la Casa de Gobierno, se comprometió a subir el salario a los policías de 2.500 a los 8.000 pesos mensuales ( 403 a
1.290 dólares) a cambio de que volviesen al trabajo, pero ya el olor a pólvora se había extendido en todo el país , provocando disturbios , saqueos en 20 de las 24 provincias, el 90% de la población del país con la secuela
de ocho muertos , mil negocios saqueados, centenares de heridos y miles de detenidos.
Una de las víctimas fue un joven de entre 18 y 20
años, quien murió a causa de un disparo en la espalda que recibió durante un
saqueo.
No sólo la policía
de Córdoba exige mejoras salariales, se sumaron
El Chaco, Santa Fe, Río Negro y Buenos Aires. Las principales capitales
de Argentina se han visto influenciadas por las manifestaciones iniciadas desde
el jueves pasado en Córdoba. Las huelgas
se han extrapolado a El Chaco, Santa Fe, Río Negro y Buenos Aires. La demanda
principal de la policía es la mejora en sus salarios.
La ola de saqueos
comenzó en la provincia de Córdoba ,
sacudida en dos días de huelga policial con violencia y saqueos , .y tuvo un
efecto contagioso que llegó hasta la provincia de Buenos Aires
Se levantaron 300
mil huelguistas que reclamaban una
subida salarial y ante la ausencia de
efectivos de seguridad, los saqueos comenzaron por la tarde y se multiplicaron
en la noche del martes a todo tipo de comercios en las principales avenidas de
la ciudad, la segunda ciudad más importante del país.
Las estaciones de
servicio (gasolineras) cerraron para evitar robos, las líneas de ómnibus
dejaron de circular y la Cámara de Supermercados anunció que este miércoles los
locales no abrirán las puertas si no se garantiza su seguridad, informó el
portal del diario cordobés "La Voz del Interior".
Fueron saqueados
supermercados, comercios de indumentaria, de artículos deportivos, jugueterías,
negocios de venta de motos, sucursales de empresas de telefonía celular y todo
tipo de locales a lo largo de la ciudad. Un depósito de Cáritas, en el que se
guardaba alimentos para unas 900 personas, fue vaciado.
Los negocios
amanecían con sus vidrieras rotas, estanterías vacías y suelos cubiertos de
mercancías descartadas.
Las escenas de
violencia se repetían en las provincias
norteñas de Tucumán, donde se registraron otras dos víctimas fatales, y en
Jujuy, un fallecido.
Policías de 17 provincias se acuartelaron, animados por el
alza salarial obtenida por sus compañeros de Córdoba que habían logrado una
alza salarial, al igual que policías de las
provincias de Catamarca, Río Negro y Neuquén, quienes iniciaron un paro
por tiempo indeterminado en demanda de un salario mínimo de 12.000 pesos.
Los agentes de Río
Negro se movilizaron frente al edificio
de la Unidad Cuarta de la ciudad de Cipolletti en donde esperaron la a llegada
del jefe de la Policía provincial, Fabián Gatti, para empezar una previsible
negociación.
En la de Santa Fe,
tercera en importancia por detrás de Buenos Aires y Córdoba, las movilizaciones
se extendieron a diecinueve unidades regionales, equivalente a más de 18.000
efectivos. En esta provincia existía, , además, la amenaza de “huelga” de los
miembros del servicio penitenciario.
Las fuerzas
especiales de Gendarmería y Prefectura se desplegaron en Rosario y Santa Fe y
en otros puntos de la provincia.
La situación en La
Plata, capital de Buenos Aires, desembocó en altercados callejeros y en el
balneario de Mar del Plata los disturbios y saqueos obligaron al intendente
(alcalde) Gustavo Pulti, a recomendar mantener cerrados los comercios .
Un centenar de jóvenes salen a las calles manejando motos con la intención
de saquear comercios. Así llegaron a supermercados y comercios y robaron
celulares y netbooks. Los comerciantes "cerraron sus locales y quedaron en
actitud de vigilia para defenderse de posibles saqueos", indicó el
corresponsal del periódico en Jujuy.
En la provincia de
Entre Ríos un joven perdió la vida cuando estaba saqueando un comercio y quedó
electrocutado y otras 25 personas sufrieron heridas.
Las imágenes de
saqueos, muchas de ellas caseras, se repitieron en varias de las 23 provincias,
que en su mayoría vivieron momentos de tensión en la última semana por el reclamo
salarial de la policía, que en general exige un aumento por encima del 50 por
ciento.
Todos estaban de
acuerdo en que el Gobierno había desatendido la cuestión salarial en las
fuerzas de seguridad y había una marcada desigualdad y discriminación en los
salarios de la policía, por ejemplo, un policía de la Fuerza Metropolitana,
organizada por el jefe de Gobierno
porteño, Mauricio Macri, , tenía un salario tres veces mayor que un policía
federal, que en el mismo distrito realiza la misma función. Esta situación era insostenible y este tipo de
diferencia se da en todo el país.
Entre las
lecciones que dejó esta huelga policial está que los saqueos cambian con los
tiempos y la coyuntura socio-económico de un país, si antes en los saqueos robaban alimentos por la hiperinflación , ahora eran zapatillas y electrodomésticos y la clase protagonista de los saqueos eran la media-baja
, así como las redes sociales jugaron un
importante y clave para la convocatoria y para vender lo robado en los saqueos
.
El viceministro de
Justicia, Julián Álvarez, denunció que a través de redes sociales como Facebook
hay "convocatorias" para realizar "saqueos en la provincia de
Buenos Aires" y en otros puntos del país, generando "un clima de desestabilización"
y responsabilizó a "sectores políticos".
Los reclamos
salariales disparaban otros reclamos de los demás trabajadores como son los
médicos, profesores, empleados .
La mayoría de las
huelgas policiales fueron auto acuartelamientos o motines , pero lo que ocurrió
en la argentina fue un fenómeno nuevo, singular, las huelgas hoy son diferentes, los policías protestar sin armas para no ser denunciados
ante las autoridades, muchas veces protestan sin uniforme y en horario de
franco. Negocian por ellos sus mujeres y abogados, los retirados suelen
participar en las protestas al igual que las familias. Por último, cortan
calles y queman neumáticos
Los saqueos y la
huelga policial se producían al mismo
tiempo, algo que nunca se había producido en la historia de las huelgas
policiales en argentina .
Al final, las
autoridades se apuran parar llegar a un
acuerdo con los agentes y la crisis revela las contradicciones entre las
autoridades quienes se recriminan y se echan la culpa por la situación de
abandono salarial de la policía .
La huelga policial
deja libre la vía para que vándalos y saqueadores hagan de las suyas .
El Gobierno teme
que el país se convierta en un polvorín y existen grupos que buscan sembrar el caos.
Las
provincias se dividen entre una tensa
calma y secuencias de saqueos y vandalismo.
El detonante se
encuentra en las demandas de mejoras salariales –con sueldos insuficientes- de
la cuerpos policiales que, en un efecto contagio, se acuartelan y dejan a buena
parte de la población a merced del vandalismo.
El Gobierno reacciona
ante el riesgo de que el país se convierta en
un polvorín y maneja la tesis de la conspiración de parte de grupos que pretenden generar caos y zozobra, aprovechando la protesta de los policías
; otros optan por perseguir y /o detener
a los huelguistas , pasándolos a disponibilidad , pero estas medidas lo único que general es mayor incendio o manejan
la tesis de que la protesta es una forma de extorsión y que se denunciará a los
saqueadores y los desestabilizadores del sistema democrático . Finalmente, le
piden a los policías que están en huelga
que utilicen las vías institucionales para el reclamo salarial .
Las huelgas
policiales siempre ponen en discusión el reclamo de la sindicalización de la
fuerza. La propuesta ha ido ganando
adeptos en la Argentina, pero también en el mundo. Los argumentos de más peso a
favor de la sindicalización son los que sostienen que se trata de trabajadores
con reclamos salariales legítimos. Entre las consideraciones a favor de esta
propuesta, merece destacarse la que afirma que el sindicato permitiría al
Estado una negociación previsible y racional.
Otra lección
sacada de esta huelga policial es que las huelgas de policías no son un invento
argentino, ni siquiera en Latinoamérica y siempre habrá huelgas policiales
porque la situación socio-económica en que los gobiernos orillan a la policía
les obliga a buscar como única salida la huelga policial .
Si los dirigentes
políticos aprendieran de las lecciones
de la historia , seguramente no cometerían torpezas y errores
tan gruesos. Una de las constantes de estos procesos es que en todo conflicto
policial de envergadura, la relación entre huelga y saqueo resulta evidente.
Es más, los jefes
de la huelga especulan con esta probabilidad, y en algunos casos la manipulan y
alientan. O sea que entre huelga policial y saqueo suele haber una relación de
causa y efecto que ningún dirigente responsable debería desconocer.
En nuestro país se
escuchan tambores de una posible huelga policial para el 5 de febrero y las
autoridades del gobierno están confiados en que no se producirá o no ven ninguna tormenta que se avecina .
Así pensaban las
autoridades en argentina antes de esta huelga policial y no supieron estar a la
altura de las circunstancias y se
extraviaron en el laberinto de sus pequeños y miserables apetitos de poder ,
soberbia y vanidad, hasta que la situación se les fue del control.
El conflicto
iniciado en Córdoba y resuelto mediante el otorgamiento de aumentos salariales
después de que la chusma incendió la ciudad, dio lugar a que las unidades
policiales de la mayoría de las provincias se movilizaran en la misma
dirección. La reacción elemental y
previsible era la siguiente: si a los cordobeses les fue bien, ¿por qué no a
nosotros?
El círculo se
cierra con la extensión de los reclamos por aumentos salariales de todo el
mundo del trabajo. También en este caso los argumentos son irrebatibles: ¿Por
qué aumentarle a los policías y no a los maestros, municipales y trabajadores
en general?
Los estallidos
sociales, con sus secuelas de destrucción, violencia y muertes, podrían haberse
evitado si la clase dirigente, en lugar de estar ensimismada en sus refriegas
internas, se hubiera preocupado por anticiparse a los acontecimientos.
Que estas
lecciones extraídas de la huelga policial en argentina sirva de enseñanzas para
nuestro dirigentes de turno y no piensen
que la policía está dormida en sus aspiraciones, porque basta una sola chispa
puede incendiar la pradera .
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