jueves, 3 de abril de 2014

REFLEXIONES EN EL DÍA DEL ABOGADO



El 2 de abril  se celebró el Día del Abogado en recuerdo del nacimiento  del ilustre  jurista , arequipeño, político, ex presidente del Perú, Francisco García Calderón Landa( 2 de abril de 1834), autor del afamado “Diccionario de la Legislación Peruana” ,  profesor en  las universidades San Agustín y Mayor de San Marcos , Rector de  esta última y Decano del Colegio de Abogados de Lima .

La profesión de abogado, como el periodismo, puede ser la más honorable y excelsa de las profesiones; pero a la vez , el más vil de los oficios. El  Librepensador, Manuel González Prada , en sus discursos  fustigó  la profesión de abogados con duros adjetivos en los primeros años del  siglo XX y  algunas de sus frases cobran vigencia en la actualidad .

 Manuel Gonzáles Prada decía que nadie vive tan expuesto a la deformación profesional como el abogado. ¿Qué verbo o  qué lenguaje no se pervierte con el uso de la jerigonza judicial? ¿Qué buen gusto no se corrompe con el manejo diario de códigos, reglamentos, y expedientes? En la abogacía , como en un sepulcro voraz e insaciable, se han hundido prematuramente muchas inteligencias, quizás las mejores del país. No obstante, en el Perú se considera difícil que el hombre tenga valor intelectual o almacene algunos adarmes de sabiduría, sin haber obtenido el diploma de abogado. Apenas un individuo pronuncia un discurso , escribe un drama, compone una novela o publica un libro de historia, adquiere por voto nacional el título de doctor. González Prada hablaba claro, preciso, sin tapujos, sin medias tintas, decía su verdad  “ desnuda y casta”, duela a quien le duela.

Muchos abogados envilecen la profesión o la profesión los ha envilecido

Muy pocos conservan la dignidad, el decoro, el honor, el valor y  la sapiencia.  La  mayoría se han acomodado al sistema , hacen política “mentirosa”, se han vuelto embaucadores o “mecedores”, aparentan ser grandes señores o magistrados honrados o de gran trayectoria, cuando están envilecidos por la corrupción y las apariencias.

La abogacía como profesión en nuestro país, ha perdido su prestancia, dignidad y la mayoría de los abogados quieren estar en la política porque es donde menos se trabaja y donde más se gana . Los políticos-abogados  se han dado cuenta que el único esfuerzo en esta actividad se centra en saber  mover “ la sin hueso” y vender ilusiones a un pueblo que  busca  una tabla de salvación en tiempos de crisis donde confunde lo aparente con lo real.

Muchas veces el  escenario donde se desenvuelve el abogado que pretender ejercer o vivir del ejercicio de la profesión  es ciénaga pura  – salvo honrosas y escasas excepciones - en donde pocos mantienen a salvo los principios del Código de Ética Profesional del Ilustre Colegio de Abogados.   Con esa fina ironía y  sabiduría, el  “Populorum” denomina   “Palacio de la Injusticia” al lugar donde se espera impere la justicia , y tienen la percepción que es una especie de mercado  en donde todo  tiene precio y  si no se vende el aire que respiran los justiciables que   se mueven  por los fríos e indiferentes pasillos de este poder del Estado ,  es porque aún nadie ha encontrado la fórmula para hacerlo .

En la profesión de abogado como en farmacia, encuentras de todo. Existen abogados encumbrados en famosas y elegantes oficinas corporativas que cobran entre  100  o 200 dólares la hora por entrevista al cliente y otros viven o sobreviven en los alrededores del Palacio de Justicia  cobrando entre diez a veinte soles por hacerte un escrito y colocar su firma .Muchos los conocen como la triple “A”(Asociación de Abogados Ambulantes), una  labor nada despreciable porque cada quien se gana los frejoles a su manera .

Otra faceta de la profesión de abogado es que no   todos   ejercen la profesión o litigan, algunos solos obtienen el carné de algún colegio de abogados   para mostrarlo en las reuniones sociales o envanecerse ante la familia o los amigos que son “son abogados”, pero sobre leyes o doctrina no conocen nada , porque nunca han pisado los pasillos de la Selva , nunca han ejercido una defensa, no saben interponer una demanda de Habeas Corpus, no conocen cuándo cuesta una tasa para apelación o las cédulas de notificación;  otros  abogados, recién salidos de las universidades  que parecen fábricas que producen miles de abogados, incluso , a distancia , lo primero que  apuntan es a ser parte de algún famoso bufete o corporación de abogados para aprender de ellos o ser tan famosos como ellos, no importándoles  el maltrato o la peseteada que  reciben. Lo que les  interesa es proyectarse y algún ser parte de estas corporaciones en donde aparecen apellidos combinados como Benitez, Forno & Ugaz y cobran miles de dólares por una defensa.

Otros tienen la profesión de abogado como una actividad que les permite “sobrevivir” en estos tiempos de crisis. Nada de esto debe extrañarnos porque la sociedad peruana está llena de “sobrevivientes”, muchos de los cuales visten terno y corbata, pero no tienen ni para pagar el taxi.

La experiencia enseña que para vivir de la profesión de abogado tienes que tener buenos contactos, amigos en el gobierno , amigos en el Poder Judicial o ser del partido gobernante o ser dueño de un verbo florido como César Nakasaki, que además de contar con buenos sintetizadores de la doctrina y jurisprudencia, cuenta con el apoyo de la “prensa piraña” que está atenta a cualquier desliz para destrozarte y hacerte añicos , no solo como profesional sino también como ser humano.

Todos los años , el Ilustre Colegio de Abogados, celebra el Día del Abogado con un programa bastante nutrido , invitando a los dinosaurios de la profesión, aquellos personajes que brillan con luz propia y se caracterizan por ser brillantes oradores de horas interminables, porque consideran que “abogado que no habla, no come”. 

En la oratoria tratan de descifrar qué significa realmente la profesión de abogado y cuál debe ser su rol en estos tiempos de crisis y hambre de justicia .Si los escuchas, te dicen que la abogacía es la más nobles de las profesiones- nadie lo discute – que el abogado es la combinación del hombre del derecho con la de un luchador por la justicia- es cierto , es lo ideal – que el abogado es un consejero e intercesor – de esos abundan bastante en las asesoría de ministerios ganando sumas nadas despreciables que fluctúan entre diez mil a quince mil nuevos soles- – que el abogado es un profesional que traslada las ideas del hombre corriente al lenguaje técnico de la ley- es una actividad honorable que demanda sapiencia - que debe reunir la más amplia cultura general con las más profunda cultura especializada o profesional- es lo ideal porque todos los hechos de la realidad pueden originar consecuencias de derecho o que la vida es susceptible de ser contemplada desde el punto de vista jurídico-.Todo eso es cierto,  como también es cierto que el abogado debe investigar los hechos muchas veces en forma más ardua y difícil que el juez.

En mi  carrera como profesional del derecho, aprendí varias lecciones que quiero transmitírselas. Si quieres mantenerme incólume y no caer en la tentación de estar pidiendo favores o arrodillarte antes los secretarios, jueces o vocales , tiene que ser un buen espadachín o manejar la ley como la destreza de un mosquetero .No queda otra. Tienes que tener pasión por lo que haces , eso debe concretizarse en que debes estar actualizado,  leer, documentarte, revisar los fallos del Tribunal Constitucional con ojo crítico, porque nadie es infalible, crear un blog o faceboolk para colocar tus experiencias y análisis para que otras también se beneficien con él.

Tienes que agudizar el sentido y no confiar en nadie, ni en la promesas de lobistas , secretarios, jueces, vocales , etcétera .

Si te mantienes firme en tus principios o convicciones y pretendes honrar la profesión, debes comprometerte en luchar contra la corrupción en el Poder Judicial y estar preparado para asimilar los golpes bajos que pueden venir por cualquier lado .

La corrupción en nuestro país está institucionalizada y es tan antigua como el viejo edificio del Palacio de Justicia.


Los corruptos son como un gremio que ataca en conjunto y entre ellos se protegen. Muchos líderes alcanzan su poder por diferentes medios: algunos lo obtienen porque son visionarios, otros por su creatividad, y otros por su integridad. Pero todos tienen un elemento en común que les otorga la denominación de líderes: la pasión por lo que hacen. Los abogados deben tener pasión por lo que hacen y esto sólo se logra con paciencia y perseverancia en todo lo que hacemos dentro de la profesión.

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