¡Oh cristianos
soberbios , miserables y débiles , que enfermos de la vista del entendimiento ,
os fiáis en vuestros pasos retrógrados! ¿No observáis que somos gusanos nacidos
para formar la angelical mariposa que dirige el vuelo sin impedimento hacia la
justicia de Dios? ¿Por qué se engríe soberbio vuestro ánimo cuando son
defectuosos insectos como crisálidas que no llegan a desarrollarse? (La Divina Comedia)
El domingo 10 de
marzo 2013, con el título “ El negro
Briceño, un policía excepcional”, Fernando Rospigliosi hace una remembranzas
del coronel PNP Juan Briceño,
recientemente fallecido , con quien
compartí varias jornadas de trabajo cuando se trataba de lograr la reforma de
la policía en los inicios del gobierno de Toledo, allá por el año 2001.
En el panegírico , Rospigliosi
se refiere a que “ Ahora debemos
lamentar más que nunca la pérdida de un oficial honesto y capaz como Juan
Briceño, que se vio obligado a pedir su baja
porque no veía perspectivas en la Policía, institución manejada ahora por
pícaros e incapaces, como se ha revelado en el último tiempo, donde los
policías competentes y experimentados son marginados y arrinconados”.
Rospigliosi
aplica en esta expresión una conocida falacia conocida como “generalización
apresurada” .
Pueden
haber algunos generales o coroneles ( en la mayoría de las veces son
considerados los que manejan la PNP) que sean pícaros o incapaces, pero decir
que todos son pícaros o incapaces, es
algo irresponsable y constituye un insulto o una ofensa , porque conozco muchos
coroneles y generales que son capaces
y nada pícaros.
En la lógica la generalización
apresurada, muestra sesgada o Secundum quid, es
una falacia que
se comete al inferir una conclusión general
a partir de una prueba insuficiente.
Concluir que todos los comandos en la PNP son
incapaces y pícaros porque dos o tres lo
sean, es una apreciación apresurada , una generalización apresurada.
Recuerdo que cuando ingresó
como ministra del Interior, Mercedes
Cabanilla, hizo público en una entrevista dada a la prensa la creación de una Comisión Consultiva conformada
por ex ministros del Interior y ex directores de la PNP con la finalidad de
escuchar sus opiniones y recomendaciones, recoger sus experiencias en el cargo
y escuchar sus aportes y no descartaba la presencia de los ex ministros Rospigliosi y
Gino Costa porque la idea que tenía era contar con un grupo de personas que no solo
critiquen sino que propongan sugerencias en seguridad ciudadana.
La intención es buena
pero en esos momentos nadie podía
imaginarse sentados alrededor de una mesa de diálogo al ex ministro Gino Costa con
el “rebelde” general Tisoc o al ex
ministro Murazzo y al ex director general PNP Miyashiro con el ex ministro del
Interior ,Ketin Vidal o Rospigliosi con Pérez Rocha.
Todos se mirarían
pero no se masticaban .
Ante esta propuesta,
Rospigliosi , fiel a su estilo confrontacional y soberbio , dijo que iba a
participar , pero que “ algunos no tienen nada que aportar”.
Con esta actitud,
Rospigliosi y ahora con sus expresiones
de que la PNP es una institución manejada ahora por pícaros e
incapaces, demuestra que no ha cambiado nada en su forma de ser y expresarse,
por lo que podemos concluir que a pesar de los años transcurridos que por su
propio peso convierte a muchos en sabios , reflexivos y pensantes, en cambio,
Fernando Rospigliosi sigue siendo el mismo patán, fatuo y y soberbio como siempre y se evidencia que nada aprendió de la vida , no obstante que esta misma
actitud lo condujo a ser censurado como
ministro del Interior cuando se desempeñaba como tal en un segundo período
durante el gobierno del “Cholo sano y sagrado”.
Rospigliosi fue dos veces ministro del Interior en el gobierno
de Toledo , situación que infló su ego y
empezó a sentirse indispensable, un predestinado para el cargo, dejando la
impresión de que si salía del mismo , el
país se iba al infierno y empezó a cometer gruesos errores que lo llevaron a generar
conflictos en el interior del gabinete (con el titular de agricultura), darse
encontronazos con el presidente Toledo y en su momento, estaba tan seguro de sí
mismo, que no tuvo la intuición de renunciar antes como ministro del Interior ,
confiado en que no iba a ser censurado por el Congreso por el hecho de no haber
podido evitar el ajusticiamiento del alcalde del distrito de Ilave , Cirilo
Robles.
Pero el 5 de mayo
2002 fue censurado y quedó en el ambiente la percepción de que el mismo Toledo
le había bajado el dedo .
Revisemos la historia para recordar la trayectoria de Fernando Rospigliosi en el Sector
Interior .
El gobierno de ex
presidente Alejandro Toledo tuvo seis ministros del Interior : Fernando
Rospigliosi Capurro( periodista, dos veces ), Gino Costa Santolalla( abogado),
Alberto Sanabria Ortiz( abogado), José ReateguiRosello( abogado) , Félix
Murazzo Carrillo ( teniente general PNP y abogado) y Rómulo Pizarro Tomassio,
todos ellos hicieron sus mejores intentos por mejorar la situación en un sector
que encierra tantos secretos e incógnitas.
La mayoría gastaron
sus energías tratando de solucionar el problema de la “inseguridad ciudadana”,
pero al final del quinquenio, todo quedó en buenos intentos y Lima siguió siendo
un laboratorio experimental de fórmulas fallidas e intentos infructuosos en el
tema de seguridad ciudadana .
Resulta habitual que
cada ministro , después que asumir el cargo, intente bajar o controlar los
altos índices delictivos a su manera, incluso, borrando todo lo que hizo el
antecesor y empezando de cero . ¡ Craso error!
Uno de los grandes
males en el tema de seguridad ciudadana es la falta de planificación de
mediano, corto y largo plazo con objetivos, estrategias y metas concretas que
se puedan evaluar cada cierto tiempo a través de indicadores de desempeño;
asimismo, la falta de balance después de cada gestión de manera sincera y
autocrítica ; y , finalmente, la carencia de seguimiento o continuismo en
cuanto a los planes o intentos realizados por los antecesores..
Recuerdo que cuando
se nombró como ministro del Interior a
Fernando Rospigliosi , algunos “especialistas” se mostraron sorprendidos y
flotaba en el ambiente el interrogante que si un periodista podía dirigir un
portafolio que se caracterizaba porque durante una década fue el “bunker” de
los militares , los mismos que imprimieron su sello personal , dejando la
impresión de que solo un militar podía dirigir este portafolio y que los
civiles o policías en retiro no podían hacerlo porque eran “minusválidos
mentales” .
Gustavo Gorriti, era parte del gremio del ex ministro Rospigliosi y
cuando le preguntaron en una entrevista
sobre él , dijo : " es una persona de ideas claras, conoce el tema, tiene
valentía e integridad , se ha ganado el respeto que un periodista talentoso y
valiente puede haberse ganado por su enfrentamiento con la dictadura , ha
estudiado con cuidado el tema militar y civil y es un ideal muy lejos de ser la
mejor opción".
Fernando Rospigliosi,
en sus comienzos, tuvo el tino de hacerse asesorar por especialistas de la
policía y, poco a poco, en su condición
de gran polemista, agudo analista político y contando con el apoyo de su gremio
– primera vez que un periodista entraba a dicho sector como ministro -
endureció su posición, conforme aumentaba la resistencia de diferentes sectores
contra el gobierno y frente a las críticas del régimen, se convirtió en el
“parachoque” del gobierno .
En su intento por
cambiar la situación y por sugerencias de sus asesores, puso atención y toda su
energía en llevar a cabo la reforma policial como tarea urgente e insoslayable
que la población reclamaba debido a que después de una década del
fujimontesinismo, el Ministerio del Interior y la Policía Nacional , quedaron
“contaminadas” por el militarismo y la corrupción .
La situación exigía cambios radicales para
acercar la policía a la población, quitarle los atisbos de militarismo, acabar
con el secreto en el manejo presupuestario, volverla productiva y competitiva .
Para llevar a cabo la
reforma policial se creó la Comisión Especial de Reestructuración (Resolución
Suprema Nº 0965-2001-IN , publicada en el diario oficial El Peruano, el 4 de
octubre del 2001) convocando para ello a destacados profesionales, líderes de
opinión y policías de los cuatro códigos ( ex Guardia Civil, ex Policía de Investigaciones
, ex Guardia Republicana y Sanidad).
La comisión empezó su
trabajo con gran expectativa pero al final perdió la brújula al igual que la
reforma policial .
El gran intento de
hacer una reforma policial terminó en manos de dos especialistas , ambos
allegados al ex ministro del Interior , Fernando Rospigliosi , quienes
intentaron copiar el modelo español de Policía Comunitaria e implantarlo en un
país con características tan peculiares y disímiles como es el Perú .
Uno de estos asesores
de manera irregular, se catapultó de mayor hasta coronel y si no llegó a ser
general era por el escándalo que podría
generarse..
La llamada reforma
policial culminó en la elaboración de un libro por estos dos asesores , se le
conoce como El Libro Verde que duerme el sueño de los justos en las
bibliotecas de la PNP , como mudo testigo de este infructuoso intento que
demando energías, tiempo y dinero.
Al abrir sus páginas
aprecias que no existía un verdadero diagnóstico situacional del Ministerio del
Interior y estaban ausentes las
estrategias y las metas. ¿ Qué pérdida de tiempo, energía y dinero?
La mayoría de las
reformas policiales – creo que existen más de 15 intentos – fracasaban porque los operadores no conocen que en la
policía existen los rezagos de las ex instituciones o “códigos “ que traban
todo intento de reforma, asimismo no se ponen de acuerdo si lo que se intenta es hacer una
“reestructuración” , “ reingeniería” o “modernización”.
Las reformas
policiales también fracasan porque en los inicios se convocan a operadores policiales que conocen el tema,
pero de de manera paulatina, eran
desplazados por amigos y sabihondos de ONGs , institutos o asociaciones ,
“vendedores de cebo de culebra” o aquellos que pretenden hacer conocer que han
encontrado la piedra filosofal en el tema de seguridad ciudadana..
De la experiencia de
reforma policial en el primer período de Fernando Rospigliosi nos quedó una
institución que empezó a engordar, convirtiéndose en elefansiástica, la
manipulación política del grado máximo de la policía (generales) y la carencia
de una ley de situación y carrera policial – recién en las postrimerías del gobierno
de Toledo se aprobó la ley de situación policial –.
El gobierno de
Fernando Rospigliosi en el Sector Iinterior
, estaba íntimamente ligado a la gestión
del ex ministro , Gino Costa, quien fue su viceministro , antes de ser ministro del
Interior .
Rospigliosi tuvo que
buscar solución al problema del déficit de personal y empezó su plan de trabajo
con la llamada “racionalización”, muy parecido a lo que propugnaba después la Margaret Thatcher del APRA y que nuevamente , en estos tiempos se escucha
como la panacea a la solución de inseguridad ciudadana : “ reorganizar a la PNP para reorientar los
recursos humanos y materiales hacia los objetivos reales de la institución,
reduciendo el número de policías de tareas administrativas”.
En otros términos : “
sacar policías a patrullar en las calles para mostrar presencia policial “.
El año 2001 la
población policial llegaba a 93 mil y había urgencia de reforzar la seguridad
ciudadana con “policías a pié” o la llamada “policía disuasiva”; entonces se
diseñó un plan de racionalización que logró en poco tiempo sacar de las
unidades administrativas y especializadas un aproximado de 3,500 efectivos,
entre oficiales, suboficiales y especialistas y reasignarlos a las Comisarías.
El plan de racionalización de Rospigliosi
El plan de
“racionalización “ de Rospigliosi fracasó
como fracasarán los planes actuales de
racionalización porque la Policía no cuenta con un “banco de talentos “ .
No se sabe quién es
quién o cuál es su habilidad o potencialidad de cada uno de los policías.
Es así que en las unidades administrativas puedes encontrar
peritos o especialistas en seguridad e investigación criminal .
Por ejemplo, la
Dirección de Criminalistica .
No se identifica las habilidades de los policías y estos planes llamados de “racionalización”
sólo sirven para que las distintas unidades de la Policía se
desprendan del diez por ciento del total del contingente a pedido del comando policial , aprovechando para separar a los “indeseables”
, indisciplinados; pero también , a policías que gozan de “ puestos
privilegiados” para colocar a otros de su entera confianza .
Es así que de pronto,
no era raro, puedes ser testigo de que a
las distintas comisarías llegan apesumbrados
peritos o técnicos especializados en Francia o España, maldiciendo su mala
suerte .
Una cosa de locos .
El 20 de junio del
2002 , después de leer una carta tratando de justificar el inefable Fernando Rospigliosi , que
jamás había agraviado al pueblo arequipeño , renunció al cargo y el 14 de
septiembre 2002 , es reemplazado por su
viceministro , el abogado Gino Costa Santolalla, en medio de escándalos por los casos de
corrupción que cometían policías en actividad y que la prensa hacía comidilla
del día .
Cuando asume el cargo
Gino Costa, el director general de la Policía Nacional era el general PNP José
Tisoc Lindley, nombrado en reemplazo del teniente general, Armando Santisteban
de la Flor, a fines del 2001.
De todos estos
escándalos propiciados por elementos de la policía que estaban al margen de la
ley, la gota que derramó el vaso fue el robo de 17 fusiles AKM y 10 pistolas
automáticas en la Jefatura Metropolitana Norte – 1 donde estuvo implicado el
capitán PNP Max Pajuelo Villafuerte.
El nuevo ministro ,
en su discurso de entrada, promete combatir de manera implacable los actos de
corrupción en la policía , creando un banco de antecedentes policiales.
En diciembre 2002 ,
cuando aparece en una encuesta la PNP como la segunda institución más corrupta
del país, Gino Costa lanza la una consigna cívica con el sugestivo nombre de “¡
No, señor, a la policía se le respeta!”; consigna que fue la antesala de una de
las más grandes podas que se hizo ese
fin de año: salieron por renovación 322 policías y como consuelo, Costa dijo a
los medios que “si bien es cierto que
iban muchos policías, también se estaba ascendiendo 711 policías”.
La poda y los
ascensos de ese año causaron el deterioro paulatino de las relaciones entre el
ministro y el director general de la PNP hasta el punto que sus discrepancias se hicieron públicas.
El entorno de Costa
consideraba que la molestia de Tisoc se debía a que uno de sus oficiales de
confianza había sido sacado de la lista de propuestos para ascender de
coroneles para generales ; situación que lo llevó a tomar la decisión de poner
su cargo a disposición y solicitar su pase al retiro , generándose una crisis
interna que culminó con la intervención del mismo presidente Toledo quien puso
“ orden en la casa”, ratificó su confianza en el ministro e hizo un llamado al
“rebelde” Tisoc para que se subordine .
El director general PNP había hecho varios
desplantes al ministro Gino Costa como el hecho de nombrar al general PNP Jorge
Cateriano Portocarrero en el cargo de Inspector General , sin conocimiento y
aprobación de él .
El 27 de enero del
2003, al enterarse que su cartera había sido colocada al mejor postor , Gino
Costa presentó la suya de manera irrevocable , sumándose otros funcionarios a
esta decisión, todos de su confianza y misma línea , entre los que estaba
Carlos Basombrio , viceministro del Interior, Susana Villarán, defensora del
Policía y el director del CNI, Fernando Rospigliosi .
Era un gesto
simbólico de lealtad a la gestión de Gino Costa y quedó registrado como un acto
sin precedentes en la vida política del Perú..
Así se alejaba del
gobierno la izquierda independiente, dejándole espacio a la línea partidaria de
Perú Posible.
Apenas se fue Gino
Costa, entró en su reemplazo Alberto Sanabria Ortiz, abogado y antiguo
militante de Perú Posible y el general PNP Eduardo Pérez Rocha , el 3 de
febrero 2003, reemplazó al “rebelde” general Tisoc .
El paso de Sanabria,
controvertido personaje como ministro
del Interior, fue bastante efímero.
Cuando aún no terminaba de sentarse en el sillón
ministerial, empezó a lloverle una serie de denuncias de todo calibre con la
intención de descalificarlo como titular del portafolio .
Entre las más graves
denuncias estaban: el coro de doble sueldo , beneficiándose con una resolución
aprobada por el general EP ® José Villanueva Ruesta , cuando fue director
general de Gobierno Interior o recibir de manera irregular , pagos por trabajos
no realizado.
La segunda vuelta de Rospigliosi
Ante la presión de la
prensa y la opinión pública, se vio obligado a renunciar, ingresando en su
reemplazo, por segunda vez, Fernando Rospigliosi, quien acababa de renunciar a
su cargo como director del CNI( ex Servicio de Inteligencia Nacional ), no
obstante el malestar del pueblo arequipeño que tomaba su nombramiento como una
provocación.
Estando nuevamente en
el poder, lo primero que hizo Rospigliosi fue relevar al teniente general PNP
Eduardo Pérez Rocha del cargo de director general de la PNP , invitarlo al
retiro y nombrar en su reemplazo al general PNP Gustavo Carrión Zavala.
Su segundo período en
la cartera del Interior, fue bastante
accidentada , tuvo que manejar problemas
complejos como la huelga de los cocaleros( abril 2004), la aparición del
camarada “Artemio” en una entrevista por TV y el descontento de los policías
con los nuevos uniformes adquiridos durante su gestión .
El hecho de haber
sido nombrado dos veces como ministro del Interior infló su ego , empezó a
sentirse indispensable, un predestinado para el cargo, que si salía del mismo ,
el país se iba al infierno y cometió gruesos errores que lo llevaron a generar
conflictos en el interior del gabinete (con el titular de agricultura), darse
encontronazos con el presidente Toledo y en su momento, estaba tan seguro de sí
mismo, que no tuvo la intuición de renunciar antes como ministro del Interior ,
confiado en que no iba a ser censurado por el Congreso por el hecho de no haber
podido evitar el ajusticiamiento del alcalde del distrito de Ilave , Cirilo
Robles..
El 5 de mayo fue
censurado y quedó en el ambiente la percepción de que el mismo Toledo le había
bajado el dedo .
Tres días después ( 8
de mayo ) de su salida, es nombrado como ministro del Interior , Javier
Reategui Rosello , empresario del entorno del presidente Toledo , fundador de
la Chakana , sujeto bastante parco que no conocía nada sobre seguridad y menos
aún, sobre las sub culturas organizacionales de la PNP..
A la semana siguiente
( 15 de mayo) , el general PNP Félix Murazzo Carrillo es reconocido como
director general de la Policía en reemplazo de Walter Carrión .Durante la
ceremonia de relevo , hizo el anuncio que seguirá con la reforma policial
emprendida durante la gestión del ex ministro del Interior, Fernando
Rospigliosi .
Todos los ministros y
directores generales de la PNP, después de Fernando Rospigliosi y Gino Costa,
arrastraron la odiosa, pero infaltable comparación, con sus gestiones.
Esto se debió a que
de manera inteligente y astuta, Rospigliosi y Costa dejaron sembrada la falsa
estela , un tanto inflada por sus amigos incondicionales del gremio de
periodistas , que habían sido los mejores ministros en manejar los temas de la
reforma policial y la seguridad ciudadana; entonces, cada vez que entraba un
nuevo ministro, cargaba con la cruz y reto de “ acabar con la inacabada reforma
policial “ .
Es lo que propone
actualmente Rospigliosi a Mercedes Cabanillas, continuar con el plan de reforma
policial.
Cuando ingresa el
General Félix Murazzo como ministro del Interior , dejó de lado el término
“reforma policial “ y empieza a utilizar el término “modernización de la
policía”.
Murazzo fue uno de
los ministros que intentó bucear en las profundices del sector interior ,
conocía esos “pequeños detalles” que le daba el hecho de ser policía y haber
trabajado en unidades operativas de la ex Policía de Investigaciones; incluso ,
llegó a golpear una pequeña fábrica de clorhidrato de cocaína que venía
funcionando hacía dos años y producía dos toneladas métricas de Cocaína en el
Valle de los ríos Apurimac –Ene ( junio 2003) , pero fue decapitado por esa
osadía y temeridad. Los monstruos de las profundidades pidieron su cabeza .
En su gestión
ministerial fue acompañado por el general PNP Marcos Miyashiro Arashiro y por
primera vez en la historia policial, el ministerio y la policía eran manejados
por el “código 2”.
Coincidencias de la
historia y que volvió a repetirse con la dupla HERNANI- REMICIO.
El ministro Pizarro
intentó hacer realidad la promesa que hizo el presidente Toledo en su discurso
del 28 de julio 2005 que la seguridad ciudadana pasaba a ser política del
Estado , anunciando que el 88 por ciento de policías saldría a patrullar las
calles , el 12 por ciento restante haría labores administrativas .Diseñó un
plan de seguridad ciudadana para 90 días buscando que bajar los altos niveles
de delincuencia expresado a través de cifras alarmantes: cada dos días , un
asalto en carreteras ,es decir, 180 al año; 20 secuestros al mes, es decir, 240
al año, mientras que el pandillaje respecto al año pasado ha crecido en 50%.
Otro tema que llamó
su atención también fue el convenio con las empresas de seguridad privadas para
que participen apoyando en el tema de la Seguridad Ciudadana. Son más de 20 mil
vigilantes en Lima y Callao , tienen 1500 vehículos y 8 mil armas, además,
cuentan con modernos sistemas de comunicación.
Cuando termina el
gobierno de Alejandro Toledo, el diagnóstico del sector Interior arrojaba :
- Bajo nivel de
confianza de la población en la policía
- Elevada percepción
de inseguridad ciudadana
- Pocas acciones
concretas e integrales en seguridad ciudadana
- Deterioro y casi
nulo mantenimiento del parque automotor
- Escaso sistema de
información para visualizar focos y ámbitos de la delincuencia
- Problemas de
transparencias y corrupción ( combustibles, medicinas , adquisiciones, etc.)
- Remuneraciones
congeladas en la policía
- Deudas de
vacaciones, viáticos y otras deudas impagas, etc.
El quinquenio de
Alejandro Toledo fue un quinquenio
perdido en el tema de seguridad ciudadana y
cuando terminó su gobierno , la Policía continuaba siendo una institución
incompetente, improductiva, “canibalizada” por otras instituciones .
Urgía la moralización
del sector Interior para lograr el manejo transparente de sus gastos e
inversiones , terminando así como la cultura del secreto y la corrupción.
Sin
lugar a dudas, después de este balance, podemos concluir que con sus expresiones
actuales, el ex ministro del Interior ,
Fernando Rospigliosi, sigue siendo
fatuo, soberbio y patán.
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