El lunes 11 de marzo , el general Jorge Flores Goicochea , tomó posesión del cargo de director general de la Policía Nacional del Perú en reemplazo de Raúl
Salazar, en una ceremonia en la Escuela de Oficiales.
En su
discurso prometió que se iba a enfrentar con profesionalismo la inseguridad
ciudadana y manifestó que acudirá cuantas veces sea necesario a la
reflexión y la autocrítica para transformar sus debilidades en oportunidades y
así mejoras el servicio policial y la seguridad ciudadana. Que la inseguridad es un fenómeno social que agobia
al país y pone un reto a la autoridad policial para enfrentarla
corporativamente con inteligencia.
El nuevo jefe policial manifestó, además, que
continuará con los importantes pasos iniciados por su antecesor, para así
recuperar la capacidad operativa de la Policía.
Dejando
de lado las promesas de un mundo mejor , al general Flores le espera grandes retos en la realidad porque cualquiera se da cuenta de que la delincuencia se ha
adueñado de las calles y reina la inseguridad por todas partes, tal es así, que
después de dos del gobierno humalista, la seguridad ciudadana sigue siendo la agenda
perdida y no existe un plan estratégico nacional de seguridad ciudadana que sea
eficaz.
Lo peligroso es que la ciudadanía y muchos alcaldes de la capital
perciben de que la policía ha perdido su razón de ser porque no es eficaz y
competente en lo que debe ser la razón de ser de su existencia : la seguridad
ciudadana.
Existen distritos en donde los ciudadanos , cuando son víctimas de
asaltos y robos, lo primero que hacen es reclamar la presencia del serenazgo
porque simplemente han descartado de su mente la presencia de la policía. ¿Porqué
no reclaman la presencia de la policía?
Responden que hace tiempo dejaron de reclamar ello porque la policía no acude
al llamado de auxilio y cuando van a las comisarías, lo primero que piden es
que se le eche un galón de gasolina para que el patrullero se mueva .
Esta situación es delicada porque cuando una institución no aparece en la mente
de la ciudadanía ha dejado de ser necesario o competente .
Los ciudadanos de pie, aquellos que sobreviven todos los días y que son
víctimas de la violencia criminal, piensan que el gobierno no cumple con su
promesa de brindarle seguridad ciudadana.
Todavía hay mucho pan que rebanar porque el gobierno aún no cumple dos años
y se puede intentar concretizar lo que
se prometía en plena campaña electoral de “convertir la seguridad ciudadana en
política pública del Estado”
No es suficiente adoptar medidas
meramente efectivistas y marqueteras.
No existen planes de corto, mediano y largo plazo para atacar los problemas
principales de seguridad ciudadana , las calles son de la delincuencia y los
ciudadanos viven detrás de rejas, existen ciudades amuralladas como en el
medioevo; en las carreteras del país, además de asaltar , violan a nuestras
mujeres .
Para esconder la basura debajo de la alfombra aparece en los medios “
desarticulan 105 bandas en carreteras del país “, cuando sabemos que no es así
porque la policía hace muchos años que perdió capacidad de reacción “ medida en
tiempo”.
¿Qué interesante hubiese sido que la policía cuente con un plan de cinco
minutos para prevenir y/o neutralizar este crimen, antes de que los dos
sicarios lleven a cabo su misión?
Si así hubiese sucedido, la ciudadanía se hubiese dado cuenta que existe
una policía "preventiva", que reacciona en función de la llamada de
auxilio de los ciudadanos ; y lo más importante : acude en menos de cinco
minutos .
La eficacia o capacidad de reacción de la policía , medida en tiempo , es lo
que se ha perdido . todos quieren investigar, descubrir crímenes, capturar
narcotraficantes, etcétera . Pero pocos quieren participar en lo que se conoce
como POLICÍA PREVENTIVA.
Es oportuno implementar el plan de los cinco minutos como meta y adecuar
la estructura orgánica en base a esta meta .
Si este plan es complementado con otro ( Educando al ciudadano en seguridad
ciudadana ) , se le pone la cereza a la torta.
Los ciudadanos, aparte de que la policía no acude a su llamado y si lo hace , es
al día siguiente, desconoce qué medidas de seguridad preventiva debe adoptar o
cuál es la última modalidad de robo o asaltos al paso que viene ejecutando la
delincuencia por el barrio o distrito .
Esa labor debe ser el CONASEC. Coordinar y establecer convenios con los medios
de comunicación ( radios y TV ) para difundir las medidas de prevención en
cuanto a seguridad ciudadana, enfocando principalmente en los delitos que han
adquirido dimensión y constituyen amenazas .
¿Será por esto - así lo dice las encuestas últimas- que el 80% de los limeños
se sienten inseguros en las calles de la capital ?
¿Esta será la razón por la cual, la ciudadanía percibe que el ministro del Interior y el Premier , son incompetentes en el tema de seguridad
ciudadana?
3 comentarios:
¡QUE FELICIDAD, YA TENEMOS SEGURIDAD Y ORDEN!
En un abrir y cerrar de ojos se acabaron nuestras preocupaciones. ¡Qué felicidad! Por fin estamos optimistas y jubilosos de que ya tenemos seguridad, orden, tranquilidad y bienestar social. Ya podemos caminar con el celular en la mano, entrar y salir del banco con una sonrisa de oreja a oreja, cruzar la calle con la convicción de que el peatón tiene la preferencia, se acabaron los ruidosos sonidos de los claxon, los seguimientos de los marcas, los cúmulos de basura en las esquinas, los taxistas asaltantes, las pandillas, la micro comercialización de drogas, los rompe vidrios, la caca de perro en las veredas, los pirañitas, los huecos de las pistas, la amargura de los vecinos, la carrera de las combis, el tráfico desordenado, los semáforos malogrados, el humo tóxico de los vehículos, las calles congestionadas, la toma de pistas y carreteras, los niños abandonados, los pordioseros, la informalidad, la piratería, la corrupción; en fin, el desorden y el caos, ¡por fin se acabo!
¡Qué felicidad! ¡Ahora sí tenemos una Policía preparada y bien uniformada de acuerdo al clima y al medio en que se desenvuelve!, ¡hoy sí confiamos en el agente de la ley porque está bien remunerado y tiene como consigna principal socorrer a su colectividad! ¡Se acabaron los tiempos en que el policía prestaba servicios individuales en burdeles, carnicerías, parrilladas, anticuchadas, mercaditos, puestitos y tienditas! ¡Qué bien me siento porque ahora sé que tengo una policía moderna, equipada, optimista, con mística y deseos de servir a su prójimo! ¡Qué alegría observar el modernísimo hospital de policía y saber de que sus familiares están bien atendidos! ¡Qué orgulloso me siento que el nuevo Director de la Policía, disciplinada y profesionalmente, haya hecho públicamente sus requerimientos para potenciar a la institución y especializar a sus hombres! Por fin, el director general llamó a todos los generales, oficiales y suboficiales de la policía a unir sus voces y renovar su juramento como un solo puño, expresando: ¡Presente Perú!
Y toda esta maravilla porque se fue Salazar. Se fue, vociferando y gritando sus miedos y temores que lo acompañarán hasta cuando se muera. Ahora se dará cuenta de que sólo estuvo rodeado de sombras y espectros humanos. No lo juzgo. No soy nadie para juzgar y también tengo cincuenta mil errores…y quizá más, de que arrepentirme, pero, solo una cosa es clara: Tuvo la oportunidad de expresar claramente cómo se encuentra la institución, qué debe hacerse necesariamente para mejorarla y exigir lo exigible por el bien de sus hombres y no ser el pelele de un gobierno.
Ruego que el General Flores le diga al gobierno las cosas claras desde un primer momento, o si no, con el honor que es su divisa, dé voluntariamente un paso al costado y deje precedentes de que el cambio debe y tiene que ir acompañado de la partida presupuestal vital y necesaria. Caso contario, más de lo mismo y otra vez comenzará el circo de los medios de comunicación.
Atte.
Luis F. Yunis H.
¡QUE FELICIDAD, YA TENEMOS SEGURIDAD Y ORDEN!
En un abrir y cerrar de ojos se acabaron nuestras preocupaciones. ¡Qué felicidad! Por fin estamos optimistas y jubilosos de que ya tenemos seguridad, orden, tranquilidad y bienestar social. Ya podemos caminar con el celular en la mano, entrar y salir del banco con una sonrisa de oreja a oreja, cruzar la calle con la convicción de que el peatón tiene la preferencia, se acabaron los ruidosos sonidos de los claxon, los seguimientos de los marcas, los cúmulos de basura en las esquinas, los taxistas asaltantes, las pandillas, la micro comercialización de drogas, los rompe vidrios, la caca de perro en las veredas, los pirañitas, los huecos de las pistas, la amargura de los vecinos, la carrera de las combis, el tráfico desordenado, los semáforos malogrados, el humo tóxico de los vehículos, las calles congestionadas, la toma de pistas y carreteras, los niños abandonados, los pordioseros, la informalidad, la piratería, la corrupción; en fin, el desorden y el caos, ¡por fin se acabo!
¡Qué felicidad! ¡Ahora sí tenemos una Policía preparada y bien uniformada de acuerdo al clima y al medio en que se desenvuelve!, ¡hoy sí confiamos en el agente de la ley porque está bien remunerado y tiene como consigna principal socorrer a su colectividad! ¡Se acabaron los tiempos en que el policía prestaba servicios individuales en burdeles, carnicerías, parrilladas, anticuchadas, mercaditos, puestitos y tienditas! ¡Qué bien me siento porque ahora sé que tengo una policía moderna, equipada, optimista, con mística y deseos de servir a su prójimo! ¡Qué alegría observar el modernísimo hospital de policía y saber de que sus familiares están bien atendidos! ¡Qué orgulloso me siento que el nuevo Director de la Policía, disciplinada y profesionalmente, haya hecho públicamente sus requerimientos para potenciar a la institución y especializar a sus hombres! Por fin, el director general llamó a todos los generales, oficiales y suboficiales de la policía a unir sus voces y renovar su juramento como un solo puño, expresando: ¡Presente Perú!
Y toda esta maravilla porque se fue Salazar. Se fue, vociferando y gritando sus miedos y temores que lo acompañarán hasta cuando se muera. Ahora se dará cuenta de que sólo estuvo rodeado de sombras y espectros humanos. No lo juzgo. No soy nadie para juzgar y también tengo cincuenta mil errores…y quizá más, de que arrepentirme, pero, solo una cosa es clara: Tuvo la oportunidad de expresar claramente cómo se encuentra la institución, qué debe hacerse necesariamente para mejorarla y exigir lo exigible por el bien de sus hombres y no ser el pelele de un gobierno.
Ruego que el General Flores le diga al gobierno las cosas claras desde un primer momento, o si no, con el honor que es su divisa, dé voluntariamente un paso al costado y deje precedentes de que el cambio debe y tiene que ir acompañado de la partida presupuestal vital y necesaria. Caso contario, más de lo mismo y otra vez comenzará el circo de los medios de comunicación.
Atte.
Luis F. Yunis H.
¡QUE FELICIDAD, YA TENEMOS SEGURIDAD Y ORDEN!
En un abrir y cerrar de ojos se acabaron nuestras preocupaciones. ¡Qué felicidad! Por fin estamos optimistas y jubilosos de que ya tenemos seguridad, orden, tranquilidad y bienestar social. Ya podemos caminar con el celular en la mano, entrar y salir del banco con una sonrisa de oreja a oreja, cruzar la calle con la convicción de que el peatón tiene la preferencia, se acabaron los ruidosos sonidos de los claxon, los seguimientos de los marcas, los cúmulos de basura en las esquinas, los taxistas asaltantes, las pandillas, la micro comercialización de drogas, los rompe vidrios, la caca de perro en las veredas, los pirañitas, los huecos de las pistas, la amargura de los vecinos, la carrera de las combis, el tráfico desordenado, los semáforos malogrados, el humo tóxico de los vehículos, las calles congestionadas, la toma de pistas y carreteras, los niños abandonados, los pordioseros, la informalidad, la piratería, la corrupción; en fin, el desorden y el caos, ¡por fin se acabo!
¡Qué felicidad! ¡Ahora sí tenemos una Policía preparada y bien uniformada de acuerdo al clima y al medio en que se desenvuelve!, ¡hoy sí confiamos en el agente de la ley porque está bien remunerado y tiene como consigna principal socorrer a su colectividad! ¡Se acabaron los tiempos en que el policía prestaba servicios individuales en burdeles, carnicerías, parrilladas, anticuchadas, mercaditos, puestitos y tienditas! ¡Qué bien me siento porque ahora sé que tengo una policía moderna, equipada, optimista, con mística y deseos de servir a su prójimo! ¡Qué alegría observar el modernísimo hospital de policía y saber de que sus familiares están bien atendidos! ¡Qué orgulloso me siento que el nuevo Director de la Policía, disciplinada y profesionalmente, haya hecho públicamente sus requerimientos para potenciar a la institución y especializar a sus hombres! Por fin, el director general llamó a todos los generales, oficiales y suboficiales de la policía a unir sus voces y renovar su juramento como un solo puño, expresando: ¡Presente Perú!
Y toda esta maravilla porque se fue Salazar. Se fue, vociferando y gritando sus miedos y temores que lo acompañarán hasta cuando se muera. Ahora se dará cuenta de que sólo estuvo rodeado de sombras y espectros humanos. No lo juzgo. No soy nadie para juzgar y también tengo cincuenta mil errores…y quizá más, de que arrepentirme, pero, solo una cosa es clara: Tuvo la oportunidad de expresar claramente cómo se encuentra la institución, qué debe hacerse necesariamente para mejorarla y exigir lo exigible por el bien de sus hombres y no ser el pelele de un gobierno.
Ruego que el General Flores le diga al gobierno las cosas claras desde un primer momento, o si no, con el honor que es su divisa, dé voluntariamente un paso al costado y deje precedentes de que el cambio debe y tiene que ir acompañado de la partida presupuestal vital y necesaria. Caso contario, más de lo mismo y otra vez comenzará el circo de los medios de comunicación.
Atte.
Luis F. Yunis H.
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