Tiroteo dejó 13 muertos y 10 heridos.
La doctrina de
seguridad integral nos ensena que los asuntos
de seguridad de instalaciones es como utilizar o maniobrar con explosivos: “El primer error es el último” .
No existe posibilidad de retorno o regresar al pasado
porque cuando el enemigo logra su
objetivo, los agentes de seguridad cavan su propia tumba.
Los numerosos
atentados que sucedieron en el pasado con los trágicos resultados de muerte y
heridos, deben servir de experiencia histórica para todos aquellos que se
dedican a la seguridad. Los hechos históricos tienden a repetirse y el pasado
ilumina el futuro. El mundo ha sido siempre igual, las mismas cosas vuelven con
distintos nombres, bajo diferentes colores. Tratamos de cambiar el mundo, pero
no esperemos demasiado, el río de la historia sigue siendo el mismo.
Esto también se
presenta en los atentados contra las instalaciones y las personalidades. El
agente de seguridad de instalaciones nunca debe olvidar de que en las operaciones o
dispositivos de protección nunca es posible prestar un servicio que ofrece un
ciento de efectividad.
No obstante que se
esfuercen por aplicar las más modernas técnicas de prevención e intervención de
la especialidad, así como con una adecuada información y coordinación interior
y exterior, nunca se va a poder alcanzar un porcentaje que se aproxime a ese
cien por ciento, garantizando la seguridad de una instalación o la vida de las
personas que en ella viven o trabajan , porque la vida es un acertijo divino propuesto
por un comediante divino y no nos damos cuenta de las cosas, hasta cuando es
demasiado tarde ; por lo tanto, no existen garantías planas de que mañana más
tarde , cualesquiera , puede ser víctima de un atentado , asalto, atropello o
muere.
El ataque terrorista
del martes 27 de setiembre en la sede naval en Washington, a las 08:04 pm, se
supone, unos de los lugares más seguros del mundo, demostró que estas premisas en cuanto a
seguridad de instalaciones y personalidades, siguen vigentes.
Las
investigaciones preliminares han determinado que La Marina obvió controles de
seguridad en varias bases para ahorrar recursos, según ha revelado el Pentágono.
El
atacante, abatido por la policía, fue identificado por el FBI como Aarón
Alexis, un afro estadounidense de 34 años residente de Fort Worth (Texas,
centro-sur), ex soldado con antecedentes
de violencia; sin embargo, las primeras informaciones sobre el pasado de este
ex reservista de la Marina y sus problemas de comportamiento, plantean la
interrogante de cómo pudo haberse producido el ataque, uno de los peores
ataques en una instalación militar estadounidense desde el asesinato de 13
militares en Fort Hood, Texas, en 2009, en pleno corazón de la capital federal.
Alexis
tenía una habilitación de seguridad para trabajar en el Edificio 197 de la
Marina, en el cual entró el lunes a las 08H20 locales (12H20 GMT) y donde abrió
fuego.
El
FBI busca determinar las razones que tuvo Aarón Alexis, un hombre con problemas
psicológicos y pasado violento, para matar a 12 personas en Washington, en un
complejo de la marina estadounidense, sometida a fuertes críticas por los
fallos de seguridad en sus instalaciones.
Lo
cierto es que el atacante entró a la Sede Naval como en su casa, por medios
legales, no obstante que era conocido
por sus ataques de ira, motivo por el cual fue arrestado el 2004 en Seattle (Washington, oeste) por
disparar a los neumáticos de un automóvil fuera de su casa, y el 2010, en Texas , por disparar al techo de su vecino.
La
Marina, donde sirvió desde 2007 a 2011, le imputaba varios episodios de mala
conducta e insubordinación, y buscó despedirlo. Sin embargo, no fue objeto de
ningún procedimiento judicial y abandonó el uniforme con honores al año
siguiente.
Al
momento del tiroteo, Alexis trabajaba como informático para un subcontratista
encargado de la actualización de la red interna (intranet) de la Marina.
El
alcalde de Washington, Vincen Gray , en
una entrevista a la CNN, se preguntaba intrigado de cómo pudo esto llegar a pasar , sobrepasa el
entendimiento, ya que es difícil de
creer que una persona cualquiera como este hombre haya podido obtener las
autorizaciones y las calificaciones para entrar a la base.
Podrán
en un futuro inmediato mejorar los procedimientos de habilitación de seguridad para
evitar que ingrese una persona que
presente un riesgo potencial de seguridad o realizar periódicas "revisiones
físicas de seguridad" en las bases , pero nada cambia que ahora los
responsables de seguridad tendrán que responder por los errores y negligencia
cometidos en una base que se consideraba la más segura del país , que habrían
cometido tremendos fallos en los controles de acceso a edificios de la Marina.
Los
motivos del atacante aún no se conocen y la policía pide a la población ayuda
para obtener información sobre "sus movimientos recientes, sus contactos y
sus conocimientos", explicó Valerie Parlave, responsable del FBI encargada
de la investigación.
El
alcalde de Washington se negó a especular sobre los motivos de ataque, pero
hizo referencia a los recortes del presupuesto que afectan al gobierno federal
y a la Defensa, y que podrían haber provocado una baja en la seguridad en el
complejo de edificios llamado Washington Navy Yard, donde trabajan unas 3.000
personas.
Lo
cierto es que uno de los lugares más
seguros del país ha sido vulnerado y lo
que pueda descubrirse o los motivos que tuvo el atacante, son cuestiones
de segundo grado, es como decimos en nuestro país: “Llorar sobre la leche derramada”.
Los
responsables de la seguridad de la Base Naval de Washington se olvidaron que en asuntos de seguridad es como maniobrar con explosivos:
“el primer error es el último” .
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