Los mortales somos sombra y arena

El 7 de mayo del año en curso, el mismo día que fallecía el teniente general en retiro de la Fuerza Aérea, Orlando Denegri Ayllón , ex comandante general de dicha arma, a los 62 años, el coronel en retiro de la PNP y abogado, Benedicto Jiménez, cumplía 56 años ; edad de grandes incertidumbres y enamoramientos tempestivos.

La muerte del general FAP, Orlando Denegri, fue anunciada por la prensa y se perdió en unas cuantas líneas.

Y también en una cuantas líneas, la prensa hizo un resumen de su trayectoria de vida profesional y resaltaba que había renunciado a la Alta Comandancia de la FAP cuando el “Borrachín de Cabana”- se referían al ex presidente de la República del Perú, Alejandro Toledo- ascendió irregularmente al piloto del “avión parrandero”.

Las apretadas líneas no hicieron justicia a la calidad personal y profesional , sobre todo, el don de gente que siempre hizo gala , Orlando Denegri.

La prensa, también en breves líneas, hizo mención de los cargos que había asumido en vida y los lugares donde había servido.

Así en breves líneas, terminaba la vida de uno de los grandes generales de la Fuerza Aérea que brilló siempre con luz propia y que hizo de la educación, la cortesía y el acendrado cariño a su institución y su familia, un estilo de vida.

A Orlando y su digna esposa, Rita Schroth , el legendario coronel Benedicto Jiménez los conoció en la época que desempeñó el cargo de agregado policial en la Embajada del Perú en Panamá , allá por el año de 1995.

Orlando era el agregado aéreo de la Embajada del Perú en Panamá y el coronel guarda gratos recuerdos de su persona por ese su don de gente , amabilidad y gentileza; cualidades escasas en nuestros diplomáticos peruanos , la mayoría contaminados por soberbia y la fatuidad ; raras aves humanas que podrían vender a pedazos nuestra patria , mientras se consideran la “última Coca Cola del desierto “.

Nuestros diplomáticos, como generalmente traen aparejadas la soberbia y la fatuidad, son los bocados favoritos de Satanás porque es a través de la soberbia que Mefistófeles, consigue todas las almas que se proponga.

Cada vez que el coronel Jiménez observaba a uno de estos soberbios- de lo que estaba exento Orlando Denegri- recordaba a Dante Alighieri, el autor de la Divina Comedia quien cuando se refirió al pecado de los soberbios , los colocó en la entrada del Purgatorio con este hermoso poema : “Oh cristianos soberbios , miserables y débiles , que enfermos de la vista del entendimiento , os fiáis en vuestros pasos retrógrados. ¿No observáis que somos gusanos nacidos para formar la angelical mariposa que dirige el vuelo sin impedimento hacia la justicia de Dios ¿¿Por qué se engríe soberbio vuestro ánimo cuando son defectuosos insectos como crisálidas que no llegan a desarrollarse? “

Cuando te enteras de la muerte de algún conocido o de alguna persona que estuvo en los pedazos de tu vida en el pasado, automáticamente, haces comparaciones odiosas. Lo primero que se te cruza por la mente es la pregunta: :” ¿ por qué él ?”

Por unos segundos te colocas en su lugar , te lo imaginas sin vida, enterrado, sin conciencia y sentidos; a los pocos días, la carne putrefacta, no verá más la luz, a sus seres queridos; luego, te sacudes, despejas de tu mente esas imágenes , te tocas, sientes que estás vivo, agradeces al Hacedor, seguro que tienes problemas que enfrentar, algún dolor que se mueve dentro de ti, pero piensas que esas son huevadas , lo importante es que estás vivo, respiras, caminas, puedes comerte un pescadito frito con su ensalada y aún sigue soñando que el mundo cambiará , que falta poco para que se vayan los apristas del gobierno , que puedes salir al mundo a enderezar entuertos.

La sensación de sentirte vivo no tiene precio y cada año que pasa, después de los cincuenta, te das cuenta que los años se convierten en salvajes corceles, llegan a tropel .

Sólo te das cuenta que eres permeable a la corrosión del tiempo cuando ves que tus hijos dejaron de ser niños , cuando sientes que los músculos ya no te obedecen, se vuelven rebeldes o se resisten a las órdenes de tu mente.

¿Por qué Orlando?

Dicen que todos tenemos el día y la hora señalada en nuestro destino y que nadie vive más de lo que te señala el destino.

Pero, observas a los aún viven , respiran y de pronto te haces esta pregunta : ¿por qué la parca no se lleva a esos miserables que pululan de puntitas en la vida , engañando, timando , disfrazando su doble moral, que vegeta en este mundo , traicionando e enriquecimiento con el dinero de todos los peruanos ?

¿ Por qué la parca no se lleva aquellos peruanos que siguen viendo al Estado como su tabla de salvación y les exprimen las ubres hasta verlas exangües ?

¿Es que acaso no se dan cuenta que esa tabla de salvación ha dejado de existir y que el Estado peruano se encuentra en bancarrota y que se ha convertido en un patético y decrépito botín para unos pocos burócratas dorados y congresistas?

¿ Por qué la parca no se lleva aquellos hombrecillos que después de robar o corromperse, se llenan la boca de moral , ética y hasta pretender dirigir los destinos del país?

La parca hace tiempo debió habérselos llevados, pero la parca, contradictoria, caprichosa, se lleva a los buenos y deja a las bazofias con vida , como si hubiesen hecho un pacto faustiano con el diablo y siguen jodiéndole la vida a sus semejantes..

Cuando pasas la barrera de los 55 años, tomas las cosas con más calma y piensas que morirse a los 40 , 50 o 62 años , aún es bastante joven.

Cuando tenías 20 o 30, tal vez no te llamaba la atención eso de morirse joven o viejo; tu mente estaba enfocada en otros asuntos . A esas edades, vives y punto.

Uno realmente se muere cuando los sueños mueren o se pudren dentro de ti. Y, para soñar no existen edades.

Los sueños son como el alimento del alma, es como la comida del cuerpo y es necesario continuar soñando pues de lo contrario, nuestra alma se muere

Según la escritora Iliana Golcher, el futuro pertenece solo quienes se atreven a tener sueños y a quienes luchan por convertirlos en realidad; en síntesis, el futuro será de quienes se atreven.

Cumplidos los 56 años, es bueno detenerse un momento para pensar con seriedad acerca de las cosas importantes de tu vida y que harás el resto de vida que te queda; detenerse para tratar de escuchar la voz de tu mente y corazón, realizar un examen de tu vida o de lo que te queda; revisar tus planes de acción, motivaciones , asuntos principales y lo que representas; proceso sumamente retrospectivo , pero necesario.

De la adversidad o desventura, sacas las mejores experiencias , el genio se agudiza . Aprendes que cualquier repliegue estratégico en tu vida, te permite fortalecerte y preparar las condiciones para una contraofensiva .

El tiempo es sabio y juega a tu favor si sabes esperar y practicas la virtud de los dioses , aquellos que cuentan con todo el tiempo del mundo : la paciencia.

Debes colocar en orden y en primer lugar las cosas esenciales.

Después de los 55 años, sientes que el tiempo es un problema vital, esencial, acaso el más vital, asimismo, aprendes amoldar tu conducta a las circunstancias y los tiempos.

Aprendes que la frustración es mucha veces la consecuencia de nuestras expectativas que aún no han sido realizadas y que debes darle atención preferente a ciertos asuntos que antes no le prestabas atención o el tiempo necesario. Por ejemplo, la familia.

Muchos policías por ese amor a la institución, por esa entrega y sacrificio, por buscar afanosamente las estrellas o el deleite efímero del poder, se olvidan que encima de todo ello está la familia más cercana (padres, esposa e hijos) , y muchas veces, cuando intentas regresar sobre tus pisadas o desandar lo andado, te das cuenta que ya es demasiado tarde.

Los años le dan sentido al principio : “primero lo primero “.

El coronel Jiménez recuerda que después que se retiró de la policía ( enero 2004) se abocó a la política, tratando de cambiar la situación en el país y en ese afán descuido las “serpientes de larga memoria”( enemigos del pasado que nunca olvidan) y pagó las consecuencias .

Ahora , sabe que no debe cometer ese error.

La experiencia enseña que sólo se evita la mordedura de las serpientes, cortándole la cabeza .

Cuando el tiempo se acorta aprender a valorarlo, lo consideras vital y evitar perder cada minuto de tu vida. El problema es cómo aprovechar mejor el tiempo que te queda.

La mayoría de los policías retirados se repliegan o concentran sus energías en los clubes o centros de esparcimientos de las ex instituciones (Guardia Civil, PIP o GR) y en dicho lugares pasan horas y horas , recordando tiempos idos , embriagándose hasta morir, mientras brindan por la amistad , la promoción, etcétera.

Otros optan por viajar y conocer lugares por donde nunca pisaron, siempre y cuando el dinero les alcance.

Otros consideran que la vida es una gran aventura para ser vivida y se enfrascan en estériles luchas por tratar de conseguir mejoras salariales para los policías.

Vemos el Buen Combate y tratamos de participar en él, aunque al final, después de sortear las bombas lacrimógenas y los palos , lanzados por los mismos policías por quienes se lucha , llegas a la conclusión de que los únicos ganadores en estas luchas son los dirigentes que aspiran ser los futuros candidatos en las futuras lides electorales .

Pero, muchos acudimos a estas marchas porque nos gusta ver la inmensa alegría que está en los corazones de quienes están luchando, aunque al final , todo termine en promesas y esperanzas rotas , hasta la próxima marcha de sacrificio.

Después de los 55 años, aprendes de que cuando tienes control de tu vida, puedes disfrutar mejor de paz , satisfacción y que, por más esfuerzos que hagas, es inútil salvar el mundo, al país, porque nosotros mismos ni siquiera logramos salvarnos.

Aprendemos que una vida con sentido no se fundamenta en la rapidez o la eficiencia y que tiene más importancia lo que se hace y cómo se hace , que la velocidad en realizarlo.

Que debemos dejar que nos gobierne la brújula interna y no el reloj de la pared.

Nunca seguir un horario , olvidarnos de las agendas y que lo más importante es el momento , el disfrute de las cosas pequeñas de la vida , porque tal vez un día, cuando vuelvas la vista atrás , te des cuenta que esas pequeñas cosas o momentos, eran realmente las cosas grandes.

Lo hermoso de envejecer es que tú no te das cuenta de ello, otros lo perciben y que con los años , ganas sabiduría, comprensión, experiencia y amoldar tu conducta a las circunstancias.

Llegas a comprender que es menester mucho tiempo para conocer a las personas , que no hay cosa segura en la vida , que todo cambia y nada es eterno, como decía el viejo y sabio Heráclito.

Que la experiencia es algo maravilloso porque nos permite reconocer un error cada vez que lo repetimos y que el destino de un hombre no tiene nada que ver con lo que cree o teme.

Que la felicidad es un estado mental que no depende de los demás , sino de nosotros mismos.

Que no debemos dejar que el destino trace nuestro destino sino nosotros mismos y que son las pasiones, las ambiciones , el deseo y el poder, los que nos impiden lograr la verdadera felicidad y armonía.

Que el mérito el mérito de algunos pensadores o científicos no está en postular tesis o hipótesis que ya otros lo pensaron o plantearon sino en descubrir y mostrar el mecanismo en que éstas tesis o hipótesis operan. Por ejemplo, Charles Darwin, su gran mérito no está en postular la evolución sino mostrar el mecanismo en que esta opera: la selección natural. Curiosamente un naturalista contemporáneo , Alfred Russell Wallace llegó a una conclusión similar, prácticamente de manera simultánea pero fue Darwin quien propuso la tesis con una defensa más completa.

Finalmente , los mortales somos sombra y arena, como repetía en jefe de los Gladiadores en momentos que el general romano , Máximo, salía a la arena .