martes, 30 de agosto de 2011

30 DIAS EN EL INPE: SEXTA PARTE , LAS ENTRANAS DEL MONSTRUO , LOS PENALES DE LAMPA, LA CAPILLA, CHALLAPALCA.



La experiencia vivida por el coronel en retiro de la policía y abogado, Benedicto Jiménez, durante los 30 días que estuvo como presidente del Instituto Nacional Penitenciario del 3 de febrero al 4 de marzo 2007.

“Las cárceles en nuestro país son lugares donde no existe una línea divisoria entre la barbarie y la civilizacion"

Cuando empecé a expresar en voz alta que iba a abrir nuevamente el penal de Challapalca , ubicado en el límite de Tacna y Puno, para trasladar allá a secuestradores , narcotraficantes y violadores, se levantó una gran polvareda en los círculos de los defensores de derechos humanos y caviares.

Esta idea pasó a ser la comidilla del día y los medios de comunicación llenaban titulares mientras los presos empezaron a tener miedo , pavor, terror de ser enviados a la “congedora”, donde no podían utilizar sus celulares o pelarse de frío en la noches gélidas de la frontera entre Puno y Tacna, a través de sus abogados, me demandaron con varios hábeas corpus “preventivos” porque pensaban que eran candidatos a la Syberia.

El 16 de febrero, el consejo acordó reaperturar el Penal de Challapalca como parte de la solución al hacinamiento de los penales , acabar con las “cárceles doradas” y el uso de celulares, pero nunca imaginamos la tormenta que se iba a desatar y las polémicas que se iba a suscitar , convirtiéndose la propuesta en tema del día, de la semana y del mes, que me persiguió hasta días antes de mi salida, incluso, tuve dos Habeas Corpus Preventivos interpuestos por abogados de dos procesados por narcotráfico que se sentían amenazados por el hecho de haber dicho que iba a enviar a dicho lugar a narcotraficantes y extorsionadores .

Para los defensores de los derechos humanos, reabrir este penal era volver nuevamente a la época donde se violaban los derechos humanos a diestro y siniestro e inmediatamente cerraron filas para traerse abajo cualquier intento de hacer funcionar otra vez este penal construido en la época del ex presidente Alberto Fujimori con el objetivo exclusivo de confinar a los terroristas.

Este penal empezó a funcionar en octubre de 1997 y en febrero 2005 , se cierra definitivamente a raíz de las recomendaciones del Comité Contra la Tortura de las Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), institución que envió al Perú dos comisiones, en noviembre de 1989 y agosto del 2002, para determinar in situ las características estructurales, condiciones climáticas y la ubicación Geográfica de dicho penal.

Luego, en el 117 Período Ordinario de Sesiones de Febrero 2003, el CIDH en pleno , aprobó el informe especial sobre la situación de los derechos humanos en la cárcel de Challapalca recomendando su cierre definitivo.

Habían pasado dos años de esta decisión y el tiempo que nada perdona, había hecho estragos en algunos ambientes y maquinaria del penal de Challapalca debido a que no se había previsto un plan de mantenimiento , pero mi instinto de ex policía y conocedor de la efectividad de las operaciones psicológicas, me aconsejaba reabrirlo nuevamente , mientras no se solucione el hacinamiento y el desgobierno en penales como Lurigancho, Castro Castro, Sarita Colonia, aunque se rasguen las vestiduras los organismos defensores de los derechos humanos y una vez operativo, enviar allá a los “taitas”, a los cerebros que desde las cárceles planifican los secuestros , los que aumentan las estadísticas en cuanto a robos a residencias , locales financieros, allí no iban a poder tener las semanales visitas de sus compinches y mujeres que les introducen armas y drogas en complicidad de los policías y agentes penitenciarios , tampoco , contarían con celulares, equipos de sonidos, refrigeradoras, jacuzzi, como Lucio Ticero y Vaticano .

Era harto conocido que el 90% de los secuestros y asesinatos se planifican en las cárceles de Castro Castro y Piedras Gordas, mal llamados de “máxima seguridad “ , eufemismo que no jugaba con la realidad en lo que realmente se habían convertido las cárceles en nuestro país, tierras de nadie, donde eran ellos los que mandaban e incluso, algunos se daban el lujo de guardar las llaves de las celdas .

El traslado de los presos debía ser temporal (seis meses o un año) , con preferencia , los internos de alta peligrosidad, aquellos que tenían problemas de conducta o los que estando en prisión, seguían planificando asaltos , secuestros y tráfico ilícito de drogas.

Para conocer la realidad , no existe nada más efectivo que ver las cosas con tus propios ojos y no basarse solo en lo que te cuentan.

Es así que viajé a dicha zona con una comisión técnica para realizar una visita de inspección a las instalaciones del penal de Challapalca y evaluar in situ las condiciones en que se encontraba y disponer las mejoras que debían hacerse .

Por increíble que parezca, uno de los primeros que se opuso a la reapertura del penal de Challapalca fue el Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia de aquel entonces,, doctor Luís Alberto Salgado, quien después de visitar el penal entre los días 22 y 23 de noviembre 2006 , elaboró el Informe 002-2007-JUS/CNDH-donde recomendaba que no debía aperturarse este penal y en caso de que se acuerde abrirlo, debía ser habitado por internos provenientes de las zonas altas del territorio nacional , porque según él, no serían afectados por la altitud, además, debía superarse , antes, las serias deficiencias que existía en cuanto al agua, la energía eléctrica (iluminación, calefacción y preparación de alimentos ) y que el Estado garantice ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos un control democrático constitucional ( garantizar los derechos humanos de los internos con visitas periódicas por parte de los organismos de derechos humanos ).

A esta opinión, se sumaba la de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la más reciente de la Defensoría del Pueblo , entidad que a través de su representante , había remitido un oficio a la Presidencia del Consejo de Ministros en el que descartaba la posibilidad de volver a utilizar el penal puneño emplazado en una zona cuyas temperaturas descienden hasta 30 grados bajo cero y a más de cinco metros sobre el nivel del mar.

La Defensoría del Pueblo siempre se opuso al funcionamiento de este penal desde 1997 y abogó por su cierre definitivo.

El 7 de febrero 2007, la voluminosa y siempre amable Defensora del Pueblo, doctora Beatriz Merino, envió el Oficio N° 034 -2007/DP al Presidente del Consejo de Ministros en donde le hizo conocer su posición con respecto a la apertura del penal de Challapalca, se oponía al internamiento de personas en dicho establecimiento porque se estaría vulnerando derechos fundamentales de los presos , recomendaba que no se le habilite, implemente ni ejecute el traslado de internos y personal penitenciario al establecimiento penitenciario de Challapalca por los altos costos humanos, sociales, materiales , económicos y porque también es un atentado contra el proceso de readaptación y resocialización del interno , objetivo de la pena y del régimen penitenciario propugnado por el Sector Justicia .

Hizo conocer la Defensora del Pueblo que el 11 de febrero del 2002, en el diario oficial El Peruano, se había publicado una sentencia del Tribunal Constitucional interpuesta a favor de un grupo de internos del penal de Challapalca que tuvo como objetivo disponer el retorno a sus penales de origen de Lima.

El TC declaraba fundado en parte la demanda y establecía que el INPE debía trasladar a los reclusos cuyo precario estado de salud, clínicamente comprobado por la entidad oficial pertinente, no permitiera que continuase en Challapalca; asimismo, ordenó que el resto de la población penitenciaria se le proporcionase adecuada atención médica y que se facilite el transporte de los familiares cuando menos con periodicidad quincenal.

En marzo del 2003, la Defensoría del Pueblo, publicó el Informe Defensorial N° 73 sobre el Establecimiento Penitenciario de Régimen Cerrado Especial de Challapalca en el que consideró que el internamiento en dicho penal, debido a sus características estructurales( ubicación geográfica, clima, infraestructura, deficiencias de los servicios básicos, aislamiento , entre otros) constituía una forma de trato humano degradante incompatible con la dignidad, integridad, y salud de las personas , así como con la obligación constitucional del Estado de garantizar el derecho de las personas privadas de libertad a contar con establecimientos penitenciarios adecuados, previsto en el artículo 139 , inciso 21 de la Constitución Política del Perú.

En similar sentido se pronunció la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al considerar que las condiciones de detención en el Penal de Challapalca , en virtud de su situación geográfica, es un adicional para los reos, sus familiares y el personal del INPE , poniendo en peligro el derecho a la vida, violando la obligación de protección a la integridad personal y al derecho de una privación de libertad en condiciones dignas y seguras , derechos consagrados en la Convención Americana sobre los Derechos Humanos y en los Instrumentos internacionales que el Estado peruano se ha comprometido a respetar y cumplir .

La llamada izquierda caviar, aquellos que flexibilizaron el sistema penitenciario, ligados a los organismos defensores de los derechos humanos, cada vez que escuchabasn sobre la reapertura del penal de Challapalca, salían con el pie arriba y comenzaban atacar a diestro y siniestro.

No obstante las opiniones o fundamentaciones divergentes y antagónicas, nacionales o internacionales para que no se reapertura el penal de Challpalca, me mantenía incólume en la posición de trasladar a los internos de mayor peligrosidad a dicho penal . Esta terca posición hizo que la Defensoría del Pueblo enviase varios representantes a Puno para visitar las instalaciones del penal y verificar las condiciones en que vivirían los internos de ser trasladados a dicho lugar .

El jefe del INPE recibía el apoyo del ciudadano común y empresarios que se sentían víctimas potenciales de los secuestros y sabía que desde las cárceles se planificaban los latrocinios.

Organicé un equipo técnico para la visita , conformado por el segundo y tercer miembro del CNP, el Jefe de Logística y un ingeniero de la Dirección de Infraestructura y viajamos a Puno , entre los días 17 al 19 de abril de 2007; además, aprovecharía este viaje para visitar otros penales en Puno como es el de Lampa(mujeres), cárcel no hacía mucho se había suscitado un problema que tuvo como consecuencia la muerte de una interna , así como el penal de Juliaca , más conocido como “La Capilla”.

Cuando estaban viajando en el avión con destino al aeropuerto de Juliaca, por coincidencia, estaba la congresista Margarita Sucari ( por el departamento de Puno ), quien al percatarse de la presencia de la comisión, entabló conversión y nos invitó a visitar el penal de Lampa , ubicado a quince minutos del aeropuerto de Juliaca. En este penal acababa de morir una interna y la población estaba alterada y molesta con los agentes penitenciarios porque le achacaban la culpa por falta de atención médica.

Apenas aterrizó el avión en el aeropuerto de Juliaca, fuimos recibidos por una comitiva del INPE encabezada por el locuaz, dinámico y controversial , Director Regional de Puno, Sergio Haro Huapaya , quien , resaltaba por tener una gran capacidad para generar conflictos y enemistad con la prensa , el mismo que nos sirvió de guía para llegar al penal de Lampa.

No obstante las limitaciones y carencias logística que tienen las regiones del INPE se las ingenia para brindar las facilidades en cuanto a transporte y así la comitiva pueda cumplir su misión o visitas programadas .

En el penal de mujeres de Lampa , pude comprobar que esta antigua construcción, hecha para albergar terroristas en la década de los ochenta, ahora era utilizado para albergar a 72 mujeres internas, la mayoría estaban por tráfico ilícito de drogas .

Su capacidad es para albergar cómodamente a 40 internas, pero su población llegaba a 72 internas, por lo tanto, estaba considerado como “sobrepoblado”.

También, habían once niños menores de tres años, los mismos que sin estar presos, sufrían las mismas miserias y calamidades de sus progenitoras : un frío que cuartea la piel, escasez de medicinas, carencia de materiales para juegos y aprendizaje para su edad .

El frío inclemente se mete entre las ropas de las presas, en las pequeñas habitaciones donde duermen hacinadas, cuatro a seis internas, cuando su capacidad es para dos; les quema la piel, los huesos.

Los servicios de agua y desagüe estaban en mal estado y las internas se quejaban del maltrato que recibían de las agentes penitenciarias , pedían urgente que les pongan un tanque de agua , les mejoren la calidad de la alimentación( el proveedor es el mismo del penal de Yanamayo y su contrato vencía en febrero de ese año ), más medicinas para combatir las ,infecciones urinarias, dolores de espaldas y huesos .

Se quejaban de que la abogada contratada por el INPE , bajo la modalidad de servicios no personales, no las visitaba y si lo había, era cada quince días ; lo mismo sucedía con la doctora y la asistenta social .

Otro pedido era que se instale una cabina telefónica y se les haga conocer la situación de sus procesos , así como tenían dificultad para la comercialización de sus trabajos, principalmente tejidos .

El 70% de las internas no estaban sentenciadas y respecto al personal de seguridad, la situación era también preocupante, sólo 6 efectivos había por turno de 24 horas y descansaban 48 horas y carecían de una movilidad.

A las ocho de la noche , abandonamos el penal con rumbo hacia Juliaca para visitar el penal de “La Capilla”, el mismo que según versión de la congresista Susana Gladis Vilca Achata, se había convertido en “depósito de los peores elementos de la sociedad o de presos de alta peligrosidad que eran llevados a dicho penal desde Lima , Arequipa o Cuzco, con los peligros conexos que ello acarrea al pueblo juliaqueño: incremento de robos y asaltos ( principalmente cuando llegaban las visitas de familiares de Lima u otros lugares cercanos).

Era una apreciación bastante objetiva y consonante con lo que siente y piensa la población juliaqueña.

En una caminata por el Mercado Central de Juliaca con el fin de comprar unos quesos, antes de retirarnos de la ciudad hacia el aeropuerto, pude constatar el descontento de la población respecto al traslado de peligrosos delincuentes al penal de La Capilla .

Los comerciantes se quejaban de que el penal de Juliaca se había convertido en una bomba de tiempo porque traían presos de alta peligrosidad de Lima, cuando se supone que en la capital existen varias cárceles llamadas de “máxima seguridad “ como es Piedras Gordas.

-“¿Por qué no los llevan a Piedras Gordas?”- gritaban .

A veces tenemos una falsa percepción de los hechos y de las cosas.

Si supiesen los pobladores de Juliaca que el penal de “ Piedras Gordas”, hace tiempo que dejó de ser un penal de máxima seguridad y que había perdió este nivel porque su seguridad se había flexibilizado tanto que era urgente replantear todo el sistema de seguridad para imponer el principio de autoridad en este penal .

La congresista recogía el clamor de la población de Juliaca y pidió a través del oficio de fecha 2 de febrero 2007 , dirigido a la ministra de Justicia, que se adopten medidas urgente para que internos peligrosos no sean llevados a Juliaca y los que existen, sean llevados a sus penales de origen.

Eran como las nueve de la noche, cuando ingresamos al penal de Juliaca , acompañados de la congresista Margarita Sucari y del Director Regional de Puno.

Para la parlamentaria esta visita iba a ser una experiencia inolvidable.
La visitas comprendía un recorrido por las instalaciones y después, una entrevista con los delegados de los pabellones para escuchar de ellos mismos , las necesidades y problemas que existía en el penal .

Claro, está , la reunión con los delegados se iba a realizar sin la presencia del director regional , el director del penal , los funcionarios y agentes penitenciarios, para lograr que los internos se explayen sin ningún tipo de presión .

“La Capilla” contaba con 700 internos, pero su capacidad de albergue era de 500, por lo que estaba catalogada como un penal con mediano hacinamiento .

No contaba con equipos electrónicos para detectar artículos prohibidos y carecía de suficientes agentes penitenciarios para las labores de seguridad; además, los internos se quejaban de la baja calidad de la alimentación, que los productos no tienen un mercado para la venta y se percibía que los agentes penitenciarios estaban sometidos a un estado permanente de tensión por el traslado continuo de internos de alta peligrosidad a dicho penal , principalmente de Lima( Lurigancho y Castro Castro).

La comisión entrevistó a cuatro delegados; entre ellos , uno del régimen cerrado especial, Luís Felipe Noriega Nicho “Negro Nicho”, delincuente avezado de alta peligrosidad , el mismo que pidió a la comisión ser trasladado a Castro Castro a cambio de hacer todo lo que esté de su parte para colaborar en la tranquilidad de dicho penal porque según él, había sido “Taita” de un pabellón y consideraba que podía ser una pieza cable para mantener el orden porque aún le guardaban respeto y temor .

Durante las entrevistas a los delegados estaban acompañada la comisión por la congresista Margarita Sucari, quien escuchaba en silencio a los delegados y tomaba nota.


Salimos del penal como las once de la noche y fuimos a pernoctar en un hostal de Puno.

Al día siguiente, en las primeras horas de la mañana del 18 de febrero , salismo con destino al penal de Challapalca, ubicado a una altitud de 4,200 metros sobre el nivel del mar, en la zona rural contigua al cuartel de Infantería del Ejército Peruano, entre los departamento de Tacna y Puno en la Cordillera de los Andes y cerca de la frontera de Perú con Bolivia .

En su mejor época, este penal fue calificado como “ Régimen Cerrado Especial “ y albergaba peligrosos terroristas , delincuentes avezados y narcotraficantes.

Para llegar al penal de Challapalca se pude utilizar dos rutas: una por Puno ; otra , por Tacna. Los viajeros recomiendan que la primera ruta (Puno) es la más conveniente porque la otra es accidentada y peligrosa.

Si sales temprano de la ciudad de Puno, en siete u ocho horas, puedes llegar a tu destino, siguiendo la carretera asfaltada hasta desaguadero, luego , un desvío hacia la derecha se llega al pueblo de Capazo cuando son las 2 o 3 de la tarde .

De allí, se recorre una carretera sin asfaltar , por dos horas, hasta el penal de Challpalca, que es colindante con un cuartel del Ejército Peruano donde servían un aproximado de 200 soldados, entre oficiales y subalternos .

Cuando llegas al penal , apenas te acercas a la puerta principal, aparecen dos servidores del INPE que están a cargo de la seguridad de las instalaciones; te reciben y hacen de guía por los interiores del penal que está a 320 Kilómetros de distancia de Puno, 10 kilómetros del pueblo llamado Capazo y 95 kilómetros de Desaguadero. Antes de llegar al penal, existe un cruce del camino que divide la ruta hacia el penal y el cuartel del EP y en donde puedes leer un pequeño letrero , encima de una llanta gigantezca de Caterpillar , la siguiente inscripción : “Challapalca , 5050 m.sn.m).Pero no debes confiarte de esa latitud , algunos discrepan, dicen que realmente el penal de Challapalca no está más arriba de 4,500 m.s.n.m ; incluso, que el pueblo de Capazo , población más cercana al penal, está 200 metros más arriba que el penal y el cuartel .

A simple vista, cuando recorres los interiores del penal , te das cuenta que el 70% de sus instalaciones están en buenas condiciones, o sea, habitables y operativas .

A priori , se observa de que el 30% de sus instalaciones no requieren mayor inversión para ponerlas operativas o en funcionamiento.

El penal cuenta con tres pabellones ; dos de ellos, son de dos pisos ; el tercer pabellón, conocido como “El Palomar” , es de un piso , con techo de calaminas, llamado así porque en el techo anidan cientos de palomas que hacen nido y cagan , ensuciando las paredes y pisos.

El pabellón en donde habitaban los terroristas presenta deterioro en cuanto a sus rejas y puertas descuadradas , que hacen que los cuartos estén parcialmente inhabitables.

Dicen que en sus mejores tiempos, el penal de Challapalca, en los dos pabellones que albergaban a los terroristas y en la zona llamada “El Palomar”, estaban los internos comunes .

Cuenta con cercos de mallas, muro perimétrico de altura adecuados en buen estado de conservación, con caseta de vigilancia instalada en la torre de almacenamiento de agua con vista panorámica de 360% .

Los pabellones de dos pisos están equipados con equipos de consultorio odontológico, termas para agua caliente que funcionan con petróleo ; el suministro de energía eléctrica y alumbrado es proporcionado por tres grupos electrógenos ubicados en la Casa de Fuerza.



Además, el penal cuenta con tres patios , una torre de vigilancia, tres ambientes acondicionados para talleres , un ambiente de cocina con menaje y cocina a petróleo , una mini clínica, áreas verdes contiguas a las pabellones y la zona conocida como “Tierra de nadie”.

En cuanto a los servicios, desde el río, un equipo de bombeo de agua suministra el líquido vital a los pabellones y se almacena en un tanque de agua de 25 metros de altura.

Al culminar la visita del penal, llegue al convencimiento de que era urgente la reapertura de este penal para evitar su deterioro total debido a la falta de mantenimiento de la infraestructura y maquinaria.

Los recalcitrantes para la apertura de este penal aducían que era un lugar de tortura y que existe un frío endemoniado que dificulta la habitabilidad en dicho penal ¡ Pamplinas!

Sobre que el frío dificultaba la habitabilidad , a escasos diez kilómetros de distancia del penal, existe un pueblo llamado Capazo , cuyo alcalde se encontraba tramitando el expediente técnico para que su pueblo tenga luz eléctrica; energía que también iba a ser de beneficio para el cuartel del EP y el penal .
El alcalde estaba interesado en sostener una alianza estratégica con el INPE porque tenía conocimiento de que el penal contaba con una Miniclínica ( consultorio odontológico y sala para operaciones de pequeña cirugía) que podía beneficiar a los pobladores . Efectivamente, en la visita se pudo comprobar la existencia de esta Miniclínica y sus aparatos aún estaban en buena conservación .

Estaba calculado que la reapertura y traslado de los internos demandaría entre seis a ocho meses, previo plan de mantenimiento, implementación y selección del personal de agentes penitenciarios.


Una vez culminado la implementación, el penal podría albergar 200 internos comunes de alta peligrosidad , la permanencia sería temporal por seis meses a un año, todos sentenciados , con la clasificación de alta peligrosidad, el personal de agentes penitenciarios rotaría cada seis meses y gozarían de un incentivo económico , adecuado a las condiciones climáticas y por la ubicación cerca de frontera , no se descartaría un convenio interinstitucional con el Ministerio de Defensa a fin de redoblar esfuerzos para la custodia y capacitación del personal de seguridad ; finalmente, habría un ómnibus que saldría cada quince días para llevar a los familiares de los internos .

Mientras se cocinaba el plan para la reapertura del penal de Challapalca y su implementación, vislumbraba los efectos que tenía la operación psicológica que se había desatado: cada vez que se mencionaba que estaba próxima la reapertura del penal de Challapalca, temblaban los secuestradores y narcotraficantes . Era como golpearlos con martillazos en sus cerebros.

En resumen, no existe mejor idea que aislar a los delincuentes de alta peligrosidad , los que convierten las cárceles en centro de operaciones del narcotráfico, extorsión y secuestros cdondeomo una forma de castigo y operación psicológica para los demás . Esta situación obliga a construir o remodelar las cárceles que están en zonas donde la temperatura es bajo cero y el aislamiento impide el uso de celulares .

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